Es fácil acostumbrarse a mirar el cuerpo. Todos los días en el espejo vemos lo mismo una y otra vez, y si no, entonces… puede que tengas serios problemas. Por ejemplo, con un microscopio electrónico, el cuerpo se transforma en un nuevo universo y nos revela todo tipo de secretos y, ciertamente, no se parece a la misma carcasa vieja a la que estás acostumbrado a ver todos los días: