“A mi madre le aconsejaron que guardara silencio”, confiesa Larisa…
Hace 35 años se produjo una tragedia que cobró docenas de vidas en Rusia. Los parientes de las víctimas fallecidas fueron conminadas a guardar silencio sobre las causas y consecuencias del fatal incidente. Pero con lo que nadie contaba es con que habría una sobreviviente; alguien que hoy no tiene problemas en contar lo que ocurrió.
En 1981, la pareja de recién casados Vladimir y Larisa Savitskaya volvían de su luna de miel, tenían 20 años y todo el futuro por delante…
Dale un vistazo a como termina la historia:
El 24 de agosto la pareja se embarcó en el vuelo 811.
En el aeropuerto de Komsomolsk-on-Amur, al despegar el avión, Larisa y Vladimir no podían imaginar que estaban diciendo adiós a todos sus sueños.
A 5220 metros de altura, un avión militar Tu-16 se estrelló contra el avión de 38 pasajeros, el avión militar iba a tal velocidad que no les dio tiempo a reaccionar… La mayoría de los pasajeros murió en el acto.
“En el momento del impacto perdimos el techo y las alas. Se oyeron gritos. Cuando volteé hacia mi marido, vi que estaba muerto. En ese instante supe que yo también iba a morir”.
En aquel momento, le vino a la mente la escena de una película en la que una chica se sujetaba al asiento mientras descendía sobre la jungla a sus pies, así que decidió sujetarse fuerte a su asiento para aligerar la caída.
Mientras sujetaba fuertemente el asiento:
Larisa descendió durante 8 largos minutos junto con las piezas del avión, esperando a la muerte en cualquier momento, de repente apareció una gran fila de árboles; estaba a punto de chocarse contra el suelo. Es todo lo que recuerda antes de perder la consciencia.
“Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue el cadáver de mi marido, que yacía a unos 4 metros de mí… Era como si quisiera mirarme una última vez. Como si quisiera despedirse”.
Larisa pasó dos días en el bosque siberiano, buscando ayuda y medida que pasaban las horas disminuyeron sus esperanzas de ser salvada, al tercer día la encontraron unos pescadores.
“Descubrí que mi familia había cavado una tumba para mí. Se había publicado una lista con los nombres de los pasajeros del vuelo y sus familiares habían sido contactados”, indicó la mujer.
En los medios rusos no apareció ni una sola palabra…
El tragico accidente de los dos aviones fue inmediatamente encubierto por los servicios secretos rusos, los familiares de las víctimas fueron conminados a guardar silencio, quitándoles el derecho de recordar y honrar a sus seres queridos.
Cuando Larisa finalmente llegó a un hospital, su habitación estaba custodiada por hombres en uniforme. Ni sus parientes ni sus amigos podían visitarla: “A mi madre le aconsejaron que guardara silencio”, confiesa Larisa… Tras muchos años, en la década de los 2000, los detalles de esta catástrofe salieron a la luz.
¡Ella es la única superviviente de la horrible tragedia!.
Y luchó por curar sus secuelas durante mucho tiempo, pero unos años después consiguió dejar el pasado atrás y tuvo incluso un hijo. .. Al ver estas fotos, tomadas unos años después del accidente, es difícil imaginar lo que esta mujer tuvo que soportar: “Creo que fue un error del servicio militar. No se dieron cuenta que un avión de pasajeros volaba en la misma ruta”, explica.
“Ahora, cada año, el 24 de agosto celebro mi segundo cumpleaños. Aún siento que parte de mí se quedó en ese avión y nunca aterrizará”.