Fiona Moseley, una joven que vive Londres, compartió su indignación en la web, luego de que la red social decidiera bloquear por error la cuenta de su madre.
Orgullosa del pastel que había cocinado su hija Jennifer, Sue Moseley publicó ayer en su cuenta de Instagram una foto del plato terminado. En la imagen se veía una tradicional torta inglesa (conocida como simnel) que se suele cocinar para Pascua y que combina pasta de almendras, frutas y 12 bolitas de mazapán, representando a Jesús y los discípulos.
Sin embargo, un algoritmo de análisis de imágenes dentro de la red social consideró que el pastel se parecía demasiado a un seno y le canceló la cuenta a su dueña.
“Cerraron la cuenta de @Instragram de mi mamá porque subió la foto de una torta. La censura automática funcionó mal”, se indingó en un tuit la hija de Susan.
Indignadas
Minutos después de subir la “polémica” foto, Susan intentó entrar otra vez en su perfil de Instagram, pero no pudo hacerlo. “Su cuenta ha sido deshabilitada por violar nuestros términos de uso”, rezaba el mensaje de la red social.
Inmediatamente, Moseley apeló la decisión pensando en el sitio había cometido un error simple. Sin embargo, su pedido fue desestimado. “Inhabilitamos cuentas que publican contenido que es sexualmente sugestivo o contiene desnudez”, fue la respuesta que recibió.
Indignada por la situación, Fiona Moseley decidió iniciar una campaña mediática para recuperar la cuenta de su madre. “Es una tarta de Pascua, una torta religiosa, no puede estar más lejos de un contenido sexual explícito”, protestó en diálogo conMashable. “Mi madre se puso muy triste porque había perdido todas sus fotos. Ella solamente publica imágenes familiares, de las vacaciones y de los platos que cocina mi hermana. Todo esto es muy injusto”, se lamentó la joven de 26 años.
Por suerte, la repercusión mediática hizo que al final se dieran cuenta de que la foto era de una torta y le reactivaron el usuario, @suemoseley.
Un algoritmo demasiado celoso
Este caso hizo crecer las dudas sobre cuál es el criterio de Instagram para censurar las imágenes que considera inapropiadas, dado que otros usuarios suben fotos mucho más explícitas y no hay problema con ellas. Incluso, la misma captura que provocó el cierre de la cuenta de Susan, pero con un pequeño cambio de ángulo -que fue publicada por su hija Jennifer- no obtuvo desaprobación alguna en la red social.
Lo que quedó demostrado es que las herramientas automáticas de análisis de contenido todavía tienen un largo camino por delante antes de comprender cabalmente qué se ve en una imagen.