GMB Akash es uno de los fotorreporteros más famosos de Asia y el más importante de su país, Bangladesh: con 39 años, ha recibido más de 80 premios internacionales y su obra ha aparecido en más de 70 publicaciones importantes de todo el mundo.
Además de viajar intensamente por el mundo, GMB Akash mantiene una activa presencia en las redes sociales, en particular en Facebook, donde ha convertido su página en una suerte de “Humans of New York” de Bangladesh, narrando las historias detrás de sus retratos humanos.
Una de esas historias es la del barrendero Monu lal, que ha sido compartida más miles de veces en la red social.
Monu Lal supo hace poco que su hija mantuvo un noviazgo con un joven durante 5 años. El hombre no tiene buena comunicación con ella y asume que se debe a que tanto la muchacha como sus otros hijos lo desprecian por el humilde trabajo que desempeña desde su infancia: limpiar los lugares más fétidos de la ciudad donde vive.
Tras conocer la noticia del noviazgo, el humilde trabajador le pidió a su hija que llevara al novio y su familia a la casa, y la decoró para la ocasión, comprando los mejores alimentos.
“He estado ahorrando para la boda de mi hija durante 20 años”, le contó el barrendero al fotoperiodista. “Ese día mi hija estaba más feliz que nunca”.
Los padres del novio comenzaron a desgranar una lista de exigencias, que incluía numerosos pedidos de bienes materiales.
“Yo estaba calculando y estuve de acuerdo con cada palabra que decían. Después de todo se trata de la felicidad de mi hija. El último punto era que ellos no querían que yo me presentara ante los familiares del novio y que nunca fuera a visitar a mi hija. En ese momento mi hija dio un grito de rabia y sorprendiendo a todos, abofeteó al muchacho”, recordó.
“Ella dijo con enojo: ‘Mi padre puede hacer lo que nadie puede hacer. No todo el mundo puede limpiar la porquería de otros. Estoy orgullosa de lo que hace y si no salen de mi casa en un minuto los golpearé a todos’.
Ella rompió la propuesta de matrimonio y terminó su relación de 5 años en un segundo. “Desde ese día sé lo afortunado y feliz que soy”, afirmó.
