Para tu información: Nos damos cuenta cuando no has subido la resistencia.
1. Dar tu primera clase de spinning es aún más aterrador que ir por primera vez.
Ponemos mucho esfuerzo y práctica para no arruinar todo delante de una clase llena de clientes que pagan. Con todos esos ojos observándote, es bastante estresante.
2. Escuchar música ya no es lo mismo cuando eres instructor de spinning.
De repente, todo se convierte en una canción potencial de spin y pasamos la mayoría de nuestro tiempo en Shazam tratando de identificar una canción que acabamos de escuchar.
3. Podemos darnos cuenta cuando tu resistencia no es lo suficientemente alta.
Probablemente piensas que estás siendo astuto, pero tus piernas te delatan.
4. O cuando haces “como que la subes” y en realidad no haces nada.
5. Nuestras listas de música son cuidadosamente escogidas y por lo general lleva muchísimo tiempo prepararlas.
Preparar de 45 minutos a 1 hora de música, con calentamiento y enfriamiento incluido, no es tan fácil como parece. Primero tenemos que filtrar cientos de canciones para encontrar las correctas, luego tenemos que encontrar un orden adecuado, y finalmente tenemos que escuchar la lista de reproducción un billón de veces para saberla de memoria.
6. Lo que significa que escuchamos muchas listas de música en nuestro tiempo libre.
En el tren, en el autobús, de camino a casa, en el coche… cualquier oportunidad que tengamos, estamos escuchándola.
7. Finalmente te acostumbras a la sensación incómoda de montar a caballo varias veces por semana.
La práctica hace al maestro.
8. Lo apreciamos mucho cuando haces ruidos alentadores y de fiesta.
La participación de la clase es lo que la hace buena (y nos asegura que no estás muerto).
9. Porque no hay nada más incómodo que tratar de liderar una clase completamente silenciosa.
Por eso constantemente hacemos preguntas molestas como “¡¿Siguen ahí?!” o “¡¿Cómo se sienten?!”
10. Hay días en que ni siquiera nosotros sabemos cómo y por qué nuestras piernas siguen funcionando.
Por todo el esfuerzo al que las sometemos, estamos sorprendidos de que todavía podamos levantarnos por la mañana.
11. Preferimos que reduzcas la velocidad y perfecciones tu técnica a que te luzcas y termines lesionado.
Es mejor conocer tus límites que lesionarte.
12. Cuando te decimos que dejes “un poco de resistencia” en las pistas de velocidad, no estamos bromeando.
Aunque es tentador bajar tu resistencia del todo para los sprints, pedalear sin ninguna resistencia puede causar lesiones y por lo general significa que pierdes el control de los pedales.
13. Y siempre es muy gratificante ver a alguien que le costó al principio, lentamente mejorar y aprender a amar el spinning tanto como nosotros.
14. Muchos de nosotros vamos a convenciones de spinning o “spinatrones” que duran varias horas y sí lo disfrutamos.
Sí, lo sabemos. Tampoco tenemos idea de cómo llegamos a esto.
15. Por lo general estamos muriéndonos en la bici tanto como tú.
Hay días en los que estamos cansados y doloridos, y es una lucha mantener las piernas en movimiento. Solo somos mejores en esconderlo.
16. Nos alegra el día cuando vienes a nosotros y nos dices que fue una “gran clase” o nos das las gracias cuando te vas.
Significa que todo el esfuerzo que hemos hecho valió la pena.
17. No hay nada como ver a toda la clase en el mismo ritmo y en la onda.
Es la mejor vista que un instructor de spinning puede pedir, y significa que estamos haciendo bien nuestro trabajo.