Para muchas mujeres, ir de consulta al ginecólogo es algo incómodo y que las pone un tanto nerviosas, pues, desde luego, se trata de su zona íntima la que les va a revisar. Y aunque generalmente los ginecólogos son todos unos profesionales y por tanto no habría nada que temer, las mujeres suelen tener algunos malos hábitos a los que estos especialistas ya están acostumbrados, aunque a veces no dejan de sorprenderse.
Estos son los peores hábitos de las pacientes, según los ginecólogos:
1. Ocultan los síntomas
Muchas veces por vergüenza, las mujeres no suelen decirle al ginecólogo todos los síntomas o dolencias que tienen en su área íntima. Esto dificulta mucho la labor del especialista y puede llevar a problemas si hay alguna enfermedad que no se está tratando adecuadamente porque la paciente la ocultó.
2. No quieren subirse a la mesa de exploración
Desde luego, la mesa de exploración pone a las mujeres en una posición incómoda, y por eso muchas se ponen renuentes a subirse, sobre todo las primerizas. Sin embargo, es algo necesario para la revisión, así que o se suben o no hay atención.
3. Dicen que su mamá dice otra cosa
Lamentablemente muchas pacientes terminan haciéndole más caso a la mamá que al médico, y prefieren usar remedios caseros que los tratamientos que el especialista recetó. ¿Entonces para qué van a consulta?, me pregunto.
4. Se disculpan por no estar depiladas
La cuestión es que los ginecólogos ni siquiera se fijan en eso, pero las mujeres creen que sí es importante para la revisión.
5. Su pareja contesta por ellas
No hay nada que ponga más de mal humor al ginecólogo que la pareja de metiche contestando por la paciente. Entonces que el hombre se ponga de una vez en la mesa de exploración, ¿no?