Las conversiones resultan siempre sorprendentes. Y si se trata de una conversión al Islam, con todos los prejuicios que tenemos en Occidente sobre esta religión, con todo lo que ignoramos sobre ella, la sorpresa suele ser aún mayor. Si además la protagonista de la noticia es una ‘bala perdida’ como ha sido toda la vida Lindsay Lohan, ya nos deja anonadados.

Sin embargo, la actriz de Hollywood no ha sido la primera ni la única en abrazar el Islam. Repasemos.

Lindsay Lohan:

Lindsay Lohan ha sorprendido al mundo porque parece estar cambiando de vida de manera radical. Quien antaño tuviera problemas con el alcohol, los coches y toda suerte de polémicas de adolescente anunció hace apenas unas semanas con su inminente boda con el magnate ruso Egor Tarabasov, y ahora su conversión al islam. “Soy una persona muy espiritual y muy abierta de mente”. Lohan, que se encuentra estudiando el Corán, asegura que le llevará mucho tiempo terminar de leerlo, y que es mucho más rico que lo que la gente cree.

Madonna:

Aunque no queda claro si su conversión se produjo en realidad y hasta qué punto pudo ser una estrategia de marketing, lo cierto es que a finales de 2013 la que una vez fue ‘chica material’ anunció que se encontraba estudiando los textos sagrados del Islam. El interés de Madonna por las religiones y la mística viene de antiguo. Ya se sabía que era seguidora de la cábala. “Un buen musulmán es un buen judío, un buen judío es un buen cristiano…”, comentaba en una entrevista.

Jermaine Jackson:

El que fuera líder de los Jackson Five y hermano mayor del cantante Michael Jackson es otra de las figuras públicas relevantes que se han pasado al Islam. Se conviritó en 1989 tras un viaje a Baréin. Posteriormente contrajo matrimonio con una mujer afgana y asumió su religión. Según Jemaine Jackon su hermano Michael estaba a punto de convertirse al Islam cuando murió en 2009.

Cat Stevens:

El música y cantante británico conocido como Cat Stevens se llama en realidad ahora Yusuf Islam, dado que cambió su nombre cuando abrazó esta religión. Su procedencia es en sí misma una miscelánea: de padre greco chipriota y madre sueca nació en Gran Bretaña. En 1978 una experiencia cercana a la muerte le decidió a convertirse al Islam y cambiar de nombre. Fue muy criticado por su supuesto apoyo a la fatwa que condenaba a Salman Rushdie, cosa que desmintió después. Desde su conversión dejó el mundo de la música por el negocio que la rodeaba, pero sí canta y graba a menudo temas religiosos.

Shaquille O’Neal:

El retirado jugador de baloncesto es otra de las celebridades que profesan el Islam. Se convirtió en 2010 y, aunque no habla mucho de ello, confesó en una entrevista que le gustaría hacer el Haji, una peregrinación a La Meca.

Mohamed Alí:

Su historia es mundialmente conocida: Cassius Clay dejó de ser Cassius Clay para convertirse en Mohamed Alí tras haber ganado el campeonato del mundo de los pesos pesados, con tan solo 22 años. Desde entonces ha tenido que pelar contra el racismo y la islamofobia de un Estados Unidos no siempre tolerante. Recientemente ha respondido a las salidas de tono de Donald Trump, que propuso prohibir la entrada de musulmanes en Estados Unidos. “Los musulmanes tienen que hacer frente a aquellos que usan el Islam para beneficio de sus propios planes.

Mike Tyson:

El también boxeador, Myke Tyson, se convirtió al Islam tras su paso por la cárcel por una violación. Tyson también se rebautizó, en este caso como Malik, y es un fiel practicante asiduo a la mezquita. La religión le cambió la vida.