Ante el boom de las compras por internet, siempre es importante recordar que hay que tener mucho cuidado con el tipo de cosas que compras y el lugar, pues muchas no todo es tal y como luce en la pantalla.
Hay quienes prácticamente se cambiaron completamente de sistema, y evitan al máximo las compras presenciales, sin embargo, esta historia es el perfecto ejemplo que a veces aunque queramos ahorrar un poco de dinero comprando “online” no siempre terminaremos nuestra misión con éxito.
Algo así vivió Juliet Jacoby, una joven de 17 años quien tenía un diseño en mente para su vestido de graduación muy específico. Mientras revisaba tiendas de ropa online, se enamoró perdidamente de un vestido rojo largo y con mangas bordadas transparentes, pero costaba 149 dólares.
Parecía una verdadera oportunidad, por lo que Juliet junto a su madre procedieron felizmente a hacer la compra y pedir el envío.
Dos semanas más tarde, madre e hija estaban muy emocionadas, pues debía llegar el vestido y quedaba sola una semana para la gran noche de Juliet, pero…la entrega no cumplió en lo más mínimo las expectativas de la adolescente. ¿Por qué? Vea usted mism@ la diferencia en un tuit que compartió Juliet hace algunos días. “Cuando crees que conseguiste un vestido de graduación, pero…“, fue el mensaje que escribió junto a varias fotos del “fail”.
When you think your getting a prom dress but… pic.twitter.com/PXsN6iARBZ
— Juliet Jacoby (@jjacoby14) April 11, 2016
“Esperé en la entrada de la puerta del auto para ver la reacción de mi mamá, y todo lo que ella hizo fue quedarse allí con la cara más espantada que he visto por cinco segundos, luego se largó a reír“, declaró Juliet al portal de la revista Seventeen.
“He aprendido mi lección y probablemente no confiaré en un montón de sitios web de vestidos para graduación“, agregó la joven, quien finalmente se tomó la situación con humor.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que alguien reclama en redes sociales por la mala calidad de la ropa que encarga a través de Internet. Hace algún tiempo, la bloguera estadounidense Lindsay Ferrier contó su experiencia tras encargar varias prendas de vestir en un sitio de Singapur que encontró por casualidad, llamado Nastydress, y que más encima destacaba por tener envío gratis a todo el mundo.
En su columna, la mujer cuenta que las lindas prendas que compró en la página web no eran ni la sombra de lo que prometían ser en las imágenes promocionales, pues pese a haber encargado ropa de una talla más grande a la suya, aún así todo lo quedó chico. Para su sorpresa, a su hija de 10 años las prendas le calzaban perfecto.
De todas formas, en esta historia la estudiante podrá licenciarse con vestido y todo, pues fue muy inteligente y compró uno de “repuesto” por si acaso, y ese será el que usará en su fiesta que se llevará a cabo la próxima semana.
