Si observar las imágenes que acompañan esta nota te produce un extraño efecto de angustia, ansiedad, terror o desesperación, es que, no caben dudas, tienes tripofobia.
¿Qué es la tripofobia?
Se trata de una rara afección mental que vuelve insoportables ciertos tipos de imágenes, generalmente, con patrones repetitivos; si bien la ciencia no ha podido aún determinar con exactitud el patrón de las formas que provocan la reacción de los tripófobos, en general comparten la presencia de objetos arracimados, superficies agujereadas, sistemáticas continuidades de perforaciones en materias orgánicas, huecos desplegados de manera asimétrica.
El psicólogo Arnold J. Wilkins, de la Universidad de Essex (EE.UU.), ha sido uno de los primeros en estudiar esta fobia, que asocia a una reacción biológica antes que a factores culturales, y a la que le dio nombre en el año 2005, basándose en los términos griegos “trypo”, perforación, y “fobos”, pánico.
En casos de tripofobia grave se puede desencadenar un episodio de pánico incontrolable ante la presencia de objetos tan aparentemente inocuos como una naranja o un trozo de queso gruyere.
Para Wilkins, el padecimiento radica en que el cerebro no puede procesar la configuración matemática de ciertas imágenes de manera eficiente, por lo que se sobreoxigena, lo que provoca síntomas tales como dolor de cabeza, incomodidad y cansancio visual, que a su vez ayudarían a desarrollar una fobia reactiva.