Que los días transcurran y sólo obtengas críticas negativas o burlas sin sentido frente a algo que no está en tus manos debe ser un total infierno. Seguramente todos tenemos un amigo, familiar o conocido al que se le conoce por su obsesión de tener en extremo limpias sus cosas, que desfallece cada que alguien cambia el orden de sus pertenencias o que le es imposible ver una película de drama sin llorar, aunque sea un poco. Y a pesar de ser muy cercano, quizá muy querido, no falta el apodo o la mofa con respecto a sus actitudes. Como si vivir así fuera una elección o un pasatiempo.
En un sentido amplio, debemos reconocer que poca es nuestra sensibilidad y disposición ante esos actos que son diferentes o excesivos; pobre es nuestra tolerancia hacia los pensamientos que, a primera vista, parecen dispares a los nuestros, sobre todo esos individuos que defienden vigorosamente la “normalidad”, pues a ellos les tenemos una verdad contundente que les hará temblar el suelo: de acuerdo a estudios médicos, 1 de cada 5 humanos sufre de una enfermedad mental diagnosticable y no lo sabe o no lo comparte.
Hablar sobre estas afecciones –y otras más– no es para nada sencillo, pero si no se comparte, si no se platica con relación a esto, ¿cómo ayudar a superar en el día a día algo tan importante?
Es por ello que muchos famosos han tomado la decisión de compartir sus experiencias y alentar a otros para salir de esa burbuja silenciosa que lo único que provoca es más dolor y desinformación.
Leonardo DiCaprio
Por ejemplo, la estrella de “The Revenant” y “Titanic” confiesa tener un trastorno obsesivo-compulsivo tan fuerte en cuanto a sus ritos de superstición en los días de grabación, que en ocasiones se vuelve un tedio estar en el set.
David Beckham
El famoso futbolista, modelo y empresario también padece de una fuerte obsesión-compulsión: al llegar a un hotel, no puede ver que todo esté desordenado, sobre todo a causa de los libros y panfletos que le dejan en las habitaciones, así es que los toma todos y los guarda en algún cajón para no ver el espacio de manera imperfecta.
Jim Carrey
Carrey es reconocido como un polifacético comediante norteamericano, todos pensamos que debe ser una persona muy relajada y feliz; sin embargo, durante mucho tiempo tuvo que tomar Prozac para combatir sus grandes depresiones. Eventualmente lo dejó, pero no le fue fácil reconocer que no todo estaba tan mal.
Brad Pitt
Este hombre al que muchas y muchos quisieran poder consolar, también se sumergía en las peligrosas aguas de la depresión. Hubo un tiempo en el que Pitt no quería otra cosa mas que llegar a casa y evadir al mundo. Fue un largo camino el que tuvo que recorrer para saber que cosas buenas podían suceder.
Gwyneth Paltrow
Un parto siempre es trascendente, pero cuando éste ocasiona una profunda depresión, la mujer en cuestión puede hacerse demasiado vulnerable al mundo. Algo por el estilo le ocurrió a Paltrow, quien trabajó demasiado para superar sus miedos y no considerarse una horrible madre.
J. K. Rowling
La autora de la saga más increíble para niños de nuestra era, en cada oportunidad que se le presenta habla de esa depresión que le hizo tocar fondo, enfrentar sus miedos y salir adelante en un mundo que no es tan terrible como lo parece.
Elton John
Aunque sea difícil de creer, Elton era muy susceptible a la opinión pública y sus propios pensamientos a veces se iban a extremos innecesarios; hubo una época en la que gracias a ello sufrió de bulimia y no pudo hacer nada hasta que se atrevió a pedir ayuda.
Ellen DeGeneres
Uno la ve muy alegre y simpática en sus shows o en las alfombras rojas, pero Ellen también se llegó a sumir en tristezas de mucho riesgo. Una mala racha en su vida, que siendo sinceros fue injusta, pues su declaración como mujer homosexual provocó despidos, malas palabras y rechazos, es lo que la llevó a deprimirse seriamente. Afortunadamente, con un poco de ayuda logró superarlo.
Catherine Zeta-Jones
Hubo mucha gente que la tildó de loca o de diva histérica, pero lo que desconocían era que Zeta–Jones sufría de trastorno bipolar, y no fue hasta que lo contó ante la prensa que recibió muchos mensajes de apoyo, con esto descubrió que no era la única en el mundo con estos pensamientos tan dispares.
Carrie Fisher
La princesa Leia también ha tenido días oscuros. Quizá en su momento muchos la detestaron detrás de cámaras, lo malo es que no sabían la verdad de Fisher a fondo. Ella padecía también de trastorno bipolar y hubo veces en las que haberse convertido en una estrella de Hollywood era lo máximo, otras no tanto. Afortunadamente logró superarlo.
Adam Levine
Vocalista de Maroon 5 y sex symbol de nuestra era, sin embargo, suele omitirse que él tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Y no, no está demente ni hay que calmarlo. Él sólo pide comprensión, un poco de calma y apoyo para quienes están diagnosticados de la misma manera.
Puede ser complicado identificar que se tiene un problema; aún más conflictivo es aceptarlo frente a los demás. pero piénsalo, si todos nos diéramos la oportunidad de compartir lo que nos sucede, nuestros días serían más sencillos y felices.