Los bomberos tienen la profesión más difícil del mundo: deben arriesgar sus vidas para salvar otras. Salen de casa todos los días sabiendo que no pueden regresar con sus familias si las cosas salen mal. Pero estos maravillosos profesionales no solo se encargan de salvar la vida de las personas, los animales también están en la lista y no dudan en salvar la vida de un amigo de cuatro patas, pico o escamas. Un aplauso para ellos y su enorme valentía.