Desgraciadamente, este tipo de historias pasan una y otra vez…
Sandra Crockett, era una mujer casada y madre de tres pequeños hijos, tenía un futuro próspero, estaba completamente enamorada y confiaba en su esposo más que en nadie. Pero, todo cambió cuando el hombre de su vida, se convirtió en nada menos que ¡En su abusador!.
El abuso era tanto físico como psicológico: El hombre le dejaba marcas en la cara, ya que la golpeaba… Sandra, incluso contrajo una infección que le carcomía la piel de a poco, aún así, ella estaba decidida a esconder todo tipo de evidencia de abuso: Usaba máscaras para ocultarlo.
Dale un vistazo a su historia:
¡Hasta que por fin un día Sandra se dio cuenta ya no podía seguir así!.
Debía huir de la terrible situación, con sus hijos, así que se armó de valor y se fue… Al inicio, la mujer cuenta que era difícil porque sus hijos reconocían su voz pero no su cara, hasta que un día conoció a Deborah Alessi.
Esta mujer también había vivido violencia doméstica…
Y junto a su esposo crearon una fundación llamada “Face Forward“, es por acá que ayudaron a Sandra tanto psicológica como físicamente, dándole una cirugía facial.
“Reconocían mi voz, pero no mi cara… fue horrible”.
Ahora, la mujer puede cerrar sus ojos…
Y abrir su boca para masticar y dice que ayudará a todas las personas que pueda, para que no pasen lo mismo que ella.