Millones de familias fueron divididas durante las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
Y para los que lograron sobrevivir tampoco fue fácil, muchos de los que lograron escapar, especialmente niños, continuaron su vida sin saber qué les había pasado a sus padres y seres queridos… Para muchos de ellos las respuestas no llegarán por el resto de sus vidas.
Miriam Shapiro sobrevivió al Holocausto y a sus 81 años ha pasado casi toda su vida intentando buscar rastros para dar con la suerte de su familia, ya que la información es mínima y cuanto más tiempo pasa más difícil es encontrar cuál fue el destino de los que desaparecieron, y en su búsqueda una sorpresa cambió todo: Una foto que apareció y que transformó su vida entera…
Dale un vistazo a su historia:
Ella nació en Alemania Occidental en una familia judía.
Donde vivía junto a su hermana Edith y su hermano Otto, aunque sólo tenía 4 años recuerda perfectamente cuando se escondió en la habitación de sus padres durante el Kristallnacht (La Noche de Cristal).
También recuerda el día en que sus padres fueron secuestrados…
Y ella con sus hermanos se escondieron bajo la cama, más tarde supo que su madre desapareció estando en el Gueto Lodz y que su padre Jacob (abajo) murió en Dahau tres semanas antes de que se liberara el campo.
¡Durante décadas buscó documentación sobre su hermano Otto!.
Esta es la foto y fue tomada cuando Otto tenía 12 años… Los detalle sobre cómo y dónde él había muerto, no logro conocer hasta que ella cumplió 80 años y recibió una foto del Museo del Holocausto en Amsterdam, junto con la foto también le entregaron un certificado de defunción, confirmando que Otto había fallecido en un monasterio en las afueras de Londres que funcionaba como orfanato. Con la ayuda de Genealogistas Ingleses, Miriam finalmente supo algo que había estado investigando toda su vida.
En lugar dónde se encontraba la tumba de su hermano desaparecido…
Miriam, junto a sus dos hijas, visitaron finalmente el lugar donde descansa su hermano en un cementerio Judío ubicado en las afueras de Londres.
Allí ella dio una plegaria por Otto.
Pero no todo terminó allí: Miriam había sido cuidada durante su juventud por una pareja en Manchester, Inglaterra.
¡Ella se encontró con Joey Flux!.
El hijo de sus padres postizos, la familia Flux había recibido muchísimos refugiados niños luego de la guerra y luego de que Miriam se fue a vivir a Israel, la madre de Joey le pidió a él que no la pierda de contacto.
Pero el primer contacto entre ellos fue en el cementerio: ¡Luego de 64 años!.
Miriam llevó al cementerio 4 piedras de Israel para colocar en la tumba de su hermano, una por cada integrante de su familia.
“Tengo el derecho de cerrar el círculo y llorar a toda la familia”.
Aunque la visita fue difícil, emotiva y dolorosa, Miriam está agradecida de haber tenido la oportunidad finalmente de sentirse más cerca de su familia.
Cuando un poco de luz aparece en una búsqueda tan llena de oscuridad…
Y misterio, la esperanza se mantiene viva: “Tuve un padre y madre, hermano y hermana. Sólo quedé yo para contar la historia a futuras generaciones”.