Pocas cosas son más aterradoras en la vida.
No tenía ni idea de que mi hijo pudiese estar fuera de la piscina durante horas y todavía ahogarse… Cuando hablamos de los temores más comunes que solemos tener las personas, ahogarse suele estar por lo general en la parte superior de la lista, y por una buena razón.
Y para empeorar las cosas, recientemente hemos descubierto que ni siquiera tenemos que estar en el agua para ahogarnos, y los niños son especialmente vulnerables a esto, sólo hay que preguntar a la madre Cassandra Jackson sobre el este tema.
Echa un vistazo:
Todo el mundo sabe que los niños se pueden ahogar en la piscina.
¿Pero sabías que no tienen ni siquiera que estar en el agua para que eso ocurra?… Pues sí.
Sólo hay que preguntarle a Cassandra Jackson.
Su hijo de 10 años, Johnny, había pasado la mayor parte del día jugando en la piscina de la familia, luego se fue a la cama como de costumbre.
Pero nunca se despertó de nuevo…
La causa de su muerte fue algo que se llama Ahogamiento secundario: El ahogamiento secundario es causado cuando una persona inhala una pequeña cantidad de agua en los pulmones, y reduce así su suministro de oxígeno peligrosamente.
Puede ser que sea menos evidente que el ahogamiento tradicional pero ¡Es igual de mortal!.
Hay señales claras que hay que tener muy en cuenta, puede ocurrir después de algo tan simple como una ducha o un baño y los síntomas pueden tardar hasta 72 horas en aparecer.
Los síntomas pueden ser:
– Si el niño tiene dificultades de respirar después de haberse bañado.
– Si el niño está exageradamente cansado después de haberse bañado.
– Si la actitud del niño cambia: Si se comporta más raro de lo normal, por ejemplo si está muy irritado después de haberse bañado.
Si notas cualquiera de estos síntomas lleva a tu hijo al hospital inmediatamente: Esto podría significar la diferencia entre la vida y la muerte.