La fuerza del espíritu de esta mujer merece admiración, y su lucha puede convertirse en un ejemplo para todos los que hayan terminado en una situación difícil de la vida. Ella sobrevivió a varios momentos terribles, pero pudo superarlos todos y alcanzar mucho más.
Hannah Campbell de Northampton, Reino Unido, se encontraba trabajando y protegía un edificio en Iraq, cuando se produjo una terrible explosión de una granada. La joven chica recibió heridas terribles: su brazo quedó gravemente dañado, así como su pierna, la cual los doctores tuvieron que amputar. Además su rostro también fue alcanzado, por lo que Hannah perdió la vista en un ojo, y uno de los fragmentos cayó en su abdomen y lesionó su útero. Los doctores dijeron que después de esta lesión ella ya no podría tener hijos. Por si fuera poco la chica sobrevivió a un ataque al corazón. Por delante le esperaba un largo camino de recuperación y lucha…
Durante la rehabilitación Hannah ganó peso, ya que varios años se movía sólo con silla de ruedas. Por supuesto, el proceso de curación fue muy largo y pesado emocionalmente. Debido a el estrés postraumático a la chica se le comenzó a caer el cabello.
La increíble fuerza de voluntad y la búsqueda por la felicidad ayudaron a Hannah a decidirse a tomar medidas drásticas. Después de recibir ayuda financiera del gobierno, ella decidió someterse a una serie de cirugías plásticas y tratamientos para de nuevo sentirse una mujer atractiva. Ella logró deshacerse de la silla de ruedas y comenzó a tener de nuevo una vida activa.
A ella la cambiaron por completo: para la pierna fue comprada una prótesis muy real, en el estómago se puso un vendaje, tuvo una cirugía estética en el rostro, el pecho y el abdomen, además recibió extensiones de cabello. En total por las cirugías y tratamientos fueron gastadas cerca de 50 000 libras esterlinas.
Gracias a la compra de una prótesis especial, Hannah logró practicar deporte y adelgazó notablemente, regresando a su figura de antes.
Pero no terminan aquí los eventos sorprendentes en la vida de la chica. Ella se casó por segunda ocasión. Increíblemente, a pesar de los pronósticos desalentadores de los doctores la mujer logró quedar embarazada, en el año pasado Hannah de 30 años dio a luz a su segunda hija. Del primer matrimonio ella ya tenía a una niña, quien en el momento del incidente tenía apenas 3 años.
Un ejemplo inspirador de la fuerza de espíritu de una mujer que no se rindió y alcanzó resultados impresionantes. Ejemplo de que hay que valorarse uno mismo y la vida, y así todas las dificultades pueden ser superadas.
Sus palabras en una entrevista nos dan mucho para pensar. Esto es lo que Hannah dijo: “A mí me pasó un milagro, Muchas mujeres están constantemente insatisfechas con su apariencia, y yo estoy agradecida con Dios por lo que soy ahora”