5 MITOS sobre la homosexualidad que fueron desmentidos por la ciencia

La ciencia, a pesar de que alguna vez esgrimió argumentos en contra de la homosexualidad, desde hace varios años contribuyó a eliminar algunos mitos en torno a ella.

Los homosexuales, transexuales y bisexuales no solo eran condenados socialmente sino también científicamente. Recién den el 17 de mayo 1990 la OMS dejo de considerar a la homosexualidad como una enfermedad.. Es por eso que a partir de ese día, todos los años se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Es cierto que hoy en día hay una mayor tolerancia y respeto hacia las personas, cualquiera sea su orientación sexual, sin embargo todavía queda un largo camino por recorrer. La homofobia y el maltrato a los homosexuales es algo que lamentablemente se vive a diario. Ejemplos como la patota neonazi que persigue a homosexuales en Mar del Plata, es solo una cara de lo que la intolerancia puede llegar a propiciar.

Otro gran problema es la ignorancia, que generalmente va de la mano con la violencia y la intolerancia, formando un cóctel explosivo. Contra argumentos homofóbicos de índole moral y religioso, qué mejor remedio que los datos fácticos aportados po la ciencia. Gracias a los estudios, hoy podemos descartar algunos de los mitos más comunes con lo que los intolerantes basan todo su odio.

1. “La homosexualidad no es algo natural”.

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Normalmente se esgrime el gastado argumento que dice que la homosexualidad no es un “comportamiento natural”. Grande es la sorpresa para muchos cuando la ciencia ya ha demostrado que el sexo entre animales del mismo sexo es un comportamiento normal en más de 1500 especies diferentes.

No solo eso, sino que diversos estudios sugieren que el comportamiento homosexual surgió en algunas especies como una adaptación biológica y un mecanismo de superviviencia. Por ejemplo, las moscas de la fruta tienen sexo homosexual debido a que carecen de un gen que les permite diferenciar los sexos, los delfines lo practican para garantizar la unidad del grupo, y los albatros de Laysán, para asegurarse un compañero de por vida.

Por si eso no basta, hay también casos reales debidamente documentados, como es el de la pareja de pingüinos machos que roba huevos de parejas heterosexuales, y de ese modo son padres. También se avistó recientemente a dos leones machos que practican relaciones homosexuales, un comportamiento nunca antes observado en esta especie.

2. “Las parejas homosexuales no son duraderas”.

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Este estereotipo es bastante recurrente. Algunos intentan menospreciar las relaciones homosexuales tildándolas de fugaces, y de no ser “tan reales” como lo son las que se originan entre un hombre y una mujer.

Jonh Gottam, psicólogo de la Universidad de Washington ha realizado un extenso estudio durante 12 largos años, donde su propuso desmentir este prejuicio.

De las 42 parejas que estudió durante 12 años (21 de gays y 21 de lesbianas), solo el 20% rompieron durante ese lapso de tiempo.

3. “La mayoría de los pedófilos son gays”.

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Uno de los peores prejuicios para con los gays es hacerlos responsables de un crimen tan terrible como la pederastia. Esta cuestión ha sido rebatida por la ciencia, en un famoso estudio de 1989 llevado a cabo por el psicólogo estadounidense Kurt Freund. Aunque no excepto de polémica, los resultados fueron bastante esclarecedores. El estudio consistió en mostrarle fotos de niños y niñas a grupos de hombres heterosexuales y homosexuales, y monitorizar su nivel de excitación. Al final demostraron que los heterosexuales se excitaban más, en especial con fotos de niñas pequeñas.

En otro estudio de 1994, Carole Jenny entrevistó a 270 niños que habían sido abusados sexualmente. El 82% de los agresores tenía una pareja heterosexual y pertenecía al ambiente cercano al niño. Solo en 2 casos de los 270, el agresor fue homosexual: un gay y una lesbiana.

4. “Los homosexuales no pueden criar niños”.

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La gente en contra de que las parejas del mismo sexo adopten un niño suelen decir que “se necesita a un hombre y una mujer para que el niño crezca ‘sano'” ¿Esto es real?

Un estudio examinó a 90 adolescentes, 45 criados por parejas heterosexuales y 45 por parejas del mismo sexo. En términos de desempeño social y vida cotidiana, los resultados de ambos grupos fueron prácticamente idénticos. Eso sí, los hijos de parejas homosexuales sacaron mejores notas en la escuela.

Otro estudio similar, demostró que los niños criados en familias de padres del mismo sexo, tenían una menor probabilidad de participar en actividades delictivas y cometer vandalismo.

“La ciencia demuestra que los niños criados por dos padres del mismo sexo se crían igual o mejor que los niños criados por dos padres de diferente sexo. Esto es obviamente incompatible con la afirmación general de que los niños deben ser criados por un padre y una madre para hacerlo bien “. dijo Timothy Biblarz, sociólogo de la Universidad del Sur de California.

5. “La homosexualidad es una enfermedad y se puede curar”.

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Un argumento típico de algunas comunidades religiosas, es que la homosexualidad es una especie de “desviación optativa”, y por lo tanto, se puede “curar”.

Puede que en parte tengan razón, es algo debatido entre los científicos, pero hay pruebas suficientes para afirmar que la orientación sexual homosexual es una cuestión genéticas más que una decisión personal.

Los estudios demostraron, por ejemplo, que todos los gemelos idénticos comparten la misma orientación sexual. No ocurre lo mismo en el caso de los mellizos, por lo tanto, puede que haya un componente genético relacionado.

Otro estudio ha relacionado a determinados procesos biológicos (como la exposición ciertas hormonas durante la gestación) con la orientación sexual de los individuos. Sandra Witelson, neurocientífica de la Universidad de McMaster dijo al respecto “los resultados apoyan la teoría de que las diferencias en el sistema nervioso central existen entre los individuos homosexuales y heterosexuales, y que las diferencias están posiblemente relacionadas con factores tempranos en el desarrollo del cerebro”.