Cada día aprendemos algo nuevo. Podemos vivir años y decadas y jamás sospechar, por ejemplo, que hemos abierto mal los empaques de algunos alimentos durante toda la vida.
1. Bolsitas de azúcar
El diseño de estas bolsitas de azúcar fue desarrollado por Benjamin Eisenstadt. La idea detrás de este invento es muy sencilla: solo hay que romper la bolsita a la mitad en lugar de abrirla por un lado. Si lo haces de esta forma, todo el azúcar terminará en tu taza y solo te quedará la envoltura en tus manos.
2. Patatas fritas Pringles
Comer Pringles se vuelve más fácil si pones una hoja de papel adentro del tubo.
3. Patatas fritas comunes
Corta la parte del medio de la bolsa con tijeras o cualquier otro objeto filoso.
4. Patatas hervidas
Haz un pequeño corte en la mitad de cada patata. Cocínalas y luego lávalas en agua fría. Podrás pelarlas con tus manos sin ningún esfuerzo en particular.
5. Tic tac
Todo lo que tienes que hacer es voltear la cajita, entonces una pastilla de tic tac caerá en un espacio especialmente diseñado para ello (¡nosotros tampoco lo sabíamos!).
6. Porciones individuales de crema
Jala la parte de la envoltura que cubre la «pestaña» (mira la parte derecha de la foto) en sentido traversal del contenedor para crear una apertura triangular. Ahora podrás verter la crema al café sin derramar una sola gota.
7. Café de McDonald’s
No tienes que abrir toda la tapa para poder disfrutar de tu café favorito. McDonald’s, así como otras empresas, elaboran tapas con un diseño especial para que las puedes abrir fácilmente.
8. Jugo en envase de cartón
La apertura en los envases de cartón, por lo general, se ubica al lado de un extremo del envase. Si viertes el jugo por ese lado, el aire entrará al envase y terminarás derramando el jugo. La forma correcta de hacerlo es, de hecho, sujetar el envase con la apertura hacia arriba, así el jugo llenará tu vaso sin derramar ni una sola gota.
9. Cocos
Busca estos tres pequeños puntos en un extremo del coco. Perfora un agujero en uno de ellos con un destornillador o un cuchillo filoso, luego inserta una pajilla… ¡y disfruta! Si quieres abrir el coco a la mitad, traza un círculo a lo largo de la superficie a un nivel ligeramente más cerca de los puntos negros que a la mitad del coco. Dale unos golpecitos ligeros a lo largo de esa línea, y el coco empezará a abrirse.