A Clare Johnson, de 30 años, le habían advertido que si no adelgazaba tendría que someterse a una cirugía cerebral, pero al final decidió apostar por un programa de adelgazamiento, después de que su novio la abandonara. Los médicos le diagnosticaron una rara condición neurológica conocida como hipertensión intracraneal idiopática, que provoca presión en el cerebro, y le aconsejaron que adelgazara.
Este problema de salud obligaba a Clare a quedarse en cama durante varios días porque sufría migrañas severas, lo cual hizo que ganara más peso.
El pasado diciembre, tras su ruptura de pareja, finalmente decidió adelgazar y ahora, después de haberse apuntado al Slimming World de su localidad, está irreconocible.
Clare, quien ahora tiene 31 años, y vive en Longton, en Stoke on Trent, comentó: “En aquel momento realmente estaba deprimida, me sentí muy triste cuando me abandonó. Pero ahora los hombres me miran cuando camino por la calle, aunque no me interesa porque he encontrado el amor. “Mi ex ha vuelto a aparecer y me ha dicho que luzco muy bien, pero ese barco ya zarpó, ahora estoy con mi nuevo novio, Mat, y soy muy feliz”.
A diferencia de antes, ella se encarga de cocinar comida saludable con la ayuda de sus hijas Danica, de 12 años, y Millie, de 10, y espera que en su próxima revisión médica le digan que su estado cerebral ha mejorado.
Clare explicó: “Mi neurocirujano me dijo que tenía que adelgazar o someterme a una cirugía cerebral para drenar el exceso de líquido y reducir la presión sobre el cerebro. Casi todos los días tenía migrañas, mareos y náuseas. Tomaba todo tipo de medicamentos casi a cada hora, incluyendo el tramadol, la morfina y el naproxeno. A menudo despertaba con una sensación horrible y tenía que quedarme en cama para lidiar con el dolor.”