Poco tiempo después que Courtney Baker quedara embarazada, su médico obstetra le dio la noticia: tendría una hija con síndrome de Down.
El médico le sugirió interrumpir su embarazo e incluso después de que ella se negó, la futura madre siguió sintiéndose presionada a tomar esa decisión.
Quince meses después del nacimiento de su hija Emersyn Faith, la madre que reside en Sandford, Florida, decidió escribirle una carta al médico y enviarla por correo postal. Fue la pequeña de 15 meses quien la colocó en el buzón.
Las fuertes palabras de la madre para el especialista que le insistía en que abortara y que advertía de la mala calidad de vida que tendrían con un niño con esta condición se volvieron virales en las redes sociales.
“Llegué a ti durante la época más difícil de mi vida. Estaba aterrorizada, ansiosa y angustiada. No sabía la verdad de mi bebé y necesitaba eso de ti. Pero en lugar de apoyarme y darme ánimo sugeriste que abortáramos a nuestro hijo”, escribe Courtney Baker, la madre que afirma que con su carta espera llamar la atención sobre esta situación.
“Desde esa primera visita temíamos nuestras citas. El momento más difícil en mi vida se hizo insoportable porque nunca me dijiste la verdad. Mi hija era perfecta”.
La madre añade en la carta que le envió a su médico que no tiene ira, sólo que está triste.
“Me duele que estés tan equivocado de que un bebé con síndrome de Down reduciría nuestra calidad de vida. Me rompe el corazón pensar que puede que le hayas dicho eso a una madre hoy. Pero lo que más de duele es que nunca tendrás el privilegio de conocer a mi hija Emersyn”.
La sincera carta recibió miles de comentarios de apoyo y cientos de padres de niños con condiciones especiales compartieron historias similares.
“Emersyn no sólo le ha dado calidad a nuestra vida, ha tocado miles de corazones. Nos ha dado un propósito y una alegría que es imposible de expresar. Nos ha dado sonrisas más grandes, más risas y besos más dulces de los que jamás habíamos conocido. Nos abrió los ojos a la verdadera belleza y al amor puro.
Mi oración es para que ninguna otra madre deba pasar por lo que yo pasé. Oro para que tú, también, veas la verdadera belleza y amor en cada ecografía. Y oro para que cuando veas el siguiente bebé con síndrome de Down amorosamente instalado en el útero de su madre la miras y le digas la verdad: ‘Tu hijo es perfecto'”.
La madre confesó que le tomó más de un año escribir la carta y decidirse a enviarla a su médico.