La ropa de Primark invade cada vez más ciudades europeas. También en España, donde la gran tienda de la Gran Vía se ha convertido en un lugar de peregrinación con sendas colas invadiendo la calle día sí y día también. En un mercado adicto a la renovación del armario y con sueldos recortados que empujan al low cost, Primark tenía todos los ingredientes para triunfar. Pero, ¿cómo logran que su ropa sea tan barata? Desgranamos los trucos de la marca para reducir sus precios al mínimo.
Ni marketing ni publicidad:
Es la primera medida con la que reducen costes. El marketing y la publicidad constituye una de las partidas presupuestarias más onerosas para las compañías. En Primark no invierten absolutamente nada y se fían en que el boca a boca y la atracción de las gangas serán suficientes para llenar sus tiendas. La experiencia ha demostrado con creces que es así.
Menos medidas antirrobo:
Este datos llama mucho la atención, pero muchas de las prendas de Primark carecen de dispositivos antirrobo. Cada uno de estos dispositivos supone una inversión y la cadena ha calculado que les sale mejor arriesgarse a los hurtos que dotar a cada una de sus prensa con este sistema. Quizá por eso también se ha producido una oleada de robos en el Primark de la Gran Vía de Madrid que preocupa a la Policía.
No tienen tienda online:
Primark apuesta por establecimientos físicos, normalmente situados en las afueras de las ciudades. Se ahorra tanto los alquileres caros de los centros de las ciudades como el cada vez más exigente mantenimiento de las tiendas online.
Las bolsas se deshacen:
Cualquiera que haya visitado el Primark ha experimentado la mala calidad de las bolsas en las que entregan la ropa. Se deshacen con solo mirarlas y, una vez en casa, ¡es imposible reutilizarlas de nuevo!
Made in Bangladesh:
La ropa de Primark se caracteriza por ofrecer diseños básicos, que no siguen la moda ni la última tendencia. Además la mayoría de la ropa se fábrica en países como Bangladesh, China, India, Vietnam o Turquía, donde los costes laborales son mucho más baratos. En 2014 salieron a la luz etiquetas en algunas de sus prendas en las que se denunciaban prácticas de explotación laboral.
Dependientes low cost:
Tampoco las condiciones laborales son las más desahogadas para sus dependientes en las tiendas europeas. Para empezar, no contratan mucho personal, con lo que los equipos tienen que desenvolverse al máximo. En cuanto a los salarios, establece una base de 15.247 euros al año para los trabajadores a tiempo completo, pero según El Confidencial el 60% de la plantilla tiene contratos de entre 25 y 30 horas semanales y un salario de 700 euros al mes.
Pocos directivos:
Según el profesor del IESE, Julián Villanueva, coautor del libro ‘Primark: el poder de las marcas’, la estructura directiva de la cadena es también bastante plana. De esta forma también contienen costes.
Efecto hipermercado:
Todo en las tiendas de Primark está dispuesto para que compremos mucho. Es una de las claves: el gasto que hace cada cliente es al final el mismo gasto medio que el de una tienda más cara. Eso sí, llevándose muchas más prendas. El margen es tan pequeño que el volumen de ventas tiene que ser muy elevado para asegurar una rentabilidad. La disposición de las tiendas como si se tratase de hipermercados, o la distribución de grandes bolsones a todos los clientes para comprar, todo invita a dejarse llevar e invertir en cantidad.