No le darán ganas de volver a hacerlo: Eso, seguro.
Samantha Mawdsley es una joven mujer inglesa, vive en Londres y hace poco fue a cenar a un restaurante en Manchester, Inglaterra, tras la comida, volvió a casa y escribió un comentario en su muro de Facebook sobre lo que le había parecido su experiencia en el lugar… Parecía algo que muchos harían; compartir su opinión con el resto de los amigos.
Sin embargo, no pasaron muchos minutos hasta que un completo desconocido se puso en contacto con ella, le pareció curioso, pero el tipo inició una conversación grosera a la que ella, después de pensarlo durante unos segundos, decidió prestar atención.
Echa un vistazo:
¿Ignorarlo por qué?.
Pues porque el tipo le había enviado una foto de su pene a través de un mensaje en Facebook: “Al principio pensé en ignorarlo porque es lo que nos enseñan a las mujeres desde que somos pequeñas. Pero después decidí llamarle la atención sobre el comportamiento ridículo que había tenido y sobre su doble moral”, escribió Samantha.
Sin embargo, Samantha no terminó la conversación…
Sino que decidió seguir el juego y darle al tipo un poco de su propia medicina: “NO MÁS FOTOS DE PENES”.
“He leído sobre estos místicos acontecimientos pero como llevo tres años en una relación previa a la ‘era Tinder’ (una aplicación de citas) nunca pensé que viviría este horror en primera persona”, se lee en el comienzo del irónico post de Samantha en Facebook que iba acompañado por la foto que el tipo le envío, aunque censurada.
“El mío es más grande”, escribió el tipo en el mensaje que también llevaba una foto de su pene, aludiendo a una comparación con el novio de Samantha.
“Al principio pensé en ignorarlo porque es lo que nos enseñan a las mujeres desde que somos pequeñas. Pero después decidí llamarle la atención sobre el comportamiento ridículo que había tenido y sobre su doble moral”, continuó y luego le envió varias fotos de distintos penes que había sacado de Google… La reacción del tipo fue hilarante y Samantha lo registró todo.
“¡Voy a vomitar! ¡Por favor, déjalo ya!”, escribió el hombre llamado James quien luego rogó a Samantha que no publicara la conversación.
Sin embargo, eso la animó más a hacerlo…
Parece ser chistoso, pero esto es un acoso y Samantha bien lo sabe: “Quería que los hombres supieran que no todas las mujeres van a guardar silencio y que corren el riesgo de ser expuestos. Y que no está bien hacer eso”.
La publicación fue compartida miles de veces en Facebook y Samantha aseguró que para ella también fue una inspiración ¡Hasta hubo hombres que se disculparon ante ella en nombre de tipos que hacen esas cosas!.
Samantha junto a su actual novio.
A ver si con estos algunos “hombres” comprenden que las chicas no quieren fotos de sus miembros asechando en el inbox…