Ser famoso tiene sus recompensas: dinero, fiestas, lujos, regalos, premios y reconocimiento, por nombrar algunas. Y aunque creamos que todas las estrellas de Hollywood sueñan con alcanzar la fama, lo cierto es que existen varios que reniegan de ella. Odian no poder pasearse por las calles como una persona normal, detestan a los paparazis y no poder vivir sus vidas sin el mundo observándoles. Y estos son algunos de ellos.
Jennifer Lawrence:
Es la actriz mejor pagada de Hollywood pero JLaw odia ser famosa porque su nombre intimida a los hombres. Asegura que pasa las noches de los sábados sola en casa porque ningún hombre se atreve a pedirle una cita.
Daniel Radcliffe:
Debido al éxito de Harry Potter pasó toda su infancia y adolescencia bajo la atenta mirada del mundo entero. Siendo muy joven, la presión de la fama lo llevó al alcoholismo y desde entonces odia ser famoso. Tras el final de la saga se mantuvo alejado de grandes eventos y nunca ha tenido una novia famosa. Detesta tanto a los paparazis que optó por salir de su casa con la misma ropa todos los días provocando que las imágenes no tuvieran ningún valor.
Kristen Stewart:
Es de las actrices que más reniegan de su fama. A pesar de llevar en la industria desde los 12 años, todavía se siente incómoda delante de las cámaras. No le gusta hablar con la prensa, suele vestir informal para pasar desapercibida y es protectora de su vida privada. Y aún más desde que los paparazis la pillaran in fraganti siendo infiel a Robert Pattinson.
Robert Pattinson:
Y a su ex le pasa lo mismo. Edward sufrió depresión sus dos primeros años como actor famoso porque no podía ir donde quería, porque su nombre estaba en los tabloides a diario y, porque debido al éxito de ‘Crepúsculo’, no conseguía los papeles que quería.
Brad Pitt:
Aunque su fama le ha traído más alegrías que tristezas, Brad añora la normalidad y detesta tener que vender su vida privada para promocionar sus películas. “Nunca hice las paces con esa idea”.
Daniel Day-Lewis:
Es uno de los mejores actores de la industria, pero odia tanto la fama que solo hace una película cada varios años y vive recluido en su casa en una montaña de Irlanda.
Harrison Ford:
Nunca ha tenido reparos en renegar de la fama, asegurando que nunca buscó conseguirla. Odia ir a restaurantes y tener mil ojos a su alrededor, y aunque sigue concediendo entrevistas, tiene reputación de antipático porque no le gusta hablar de su vida ante las cámaras.
Johnny Depp:
Es de los actores más famosos de las últimas décadas, y sin dudas ha disfrutado de los beneficios de la fama (cobrando millones con sus películas); pero Johnny siente que vive “como un fugitivo” desde que alcanzó el éxito. Afirma que cada uno de sus movimientos están planeados estratégicamente y odia no poder pasear con sus hijos de la mano como una persona normal.
Daniel Craig:
El británico ha renegado tanto de la fama que ha vivido quejándose de su papel de James Bond (que acaba de abandonar) desde el principio. En una ocasión llegó a decir que le gustaría “ponerse violento” con la gente que le toma fotografías cuando está comiendo en un restaurante, pero sabe que no puede.
Zach Galiafianakis:
Desde el éxito de ‘Hungover’, Zack disfruta de una prolífica carrera en el género cómico. Y aunque muchos creerían que disfruta de las fiestas que trae consigo la fama, lo cierto es que prefiere hacer su trabajo e irse a casa todos los días a ver televisión.
Shia LaBeouf:
Su odio hacia la fama es tal que intentó “dejar de ser famoso” cuando se presentó a una alfombra roja con una bolsa de papel en la cabeza que decía “Ya no soy famoso”. Vive una vida alejada de los focos, recluido en su círculo y solo sabemos de él por sus rarezas de vez en cuando.