El amor de los japoneses por la simplicidad y el minimalismo es conocido en todo el mundo. Tiene sus raíces: qué caso tiene tener muchas cosas si durante un terremoto se te pueden caer en la cabeza. Es muy práctico, se gasta menos dinero en el montón de objetos inútiles y el orden no solo reina en la casa sino también en la cabeza.
En algunas casas prefieren no tener muebles y duermen justo sobre el colchón.
Ocultan los champús y frascos en repisas.
El guardarropa no tiene prendas que ya no se usan.
Una habitación puede tener únicamente una mesa y una silla.
Aunque a veces las sillas no son tan necesarias tampoco.
¿Qué es lo que almacena un minimalista en su refrigerador? No mucho.
Los trastes también son pocos y lucen muy ordenados.
Hay todo lo necesario.
Mantener orden en la cocina es fácil cuando no tienes utensilios que sobran.
A pesar de que no hay tantos objetos en casa, realmente alegran la vista.
Nada te distraerá de tus pensamientos si necesitas trabajar.
Un simple círculo blanco es una lámpara.
Así entra más luz y aire al hogar.
Menos muebles, más espacio para la vida.
Hogar ordenado, mente ordenada.