Cuando eres joven solo quieres crecer. Pero luego llegas a los 20 y empiezas a darte cuenta de que crecer no es tan genial como parecía. Porque crecer no significa solo ser más alto, poder conducir, comprarse alcohol Y bebérselo. Es tener responsabilidades, tener que responder a preguntas incómodas sobre tus planes de futuro y actuar como si fueras muy maduro.