En 1997 se estrenó la película “La vita è bella”, dirigida por Roberto Benigni y con solo 5 años, Giorgio Cantarini interpretó el papel de un pequeño judío (Giosuè) encerrado en un campo de concentración de la Alemania Nazi junto con sus padres Guido (Benigni) y Dora (Nicoletta Braschi).
Desde entonces el actor italiano apareció en otras películas pero la más destacable fue “Gladiador”, ganadora de varios premios. Su último trabajo fue en el 2015 al aparecer en una miniserie italiana llamada “Adopta un estudiante”.