Vivir en una cueva puede ser el sueño de muchos, pero para los habitantes de Zhongdong, un pueblo de unos 100 habitantes en la provincia de Guizhou (China), cada día es más complicado poder sobrevivir en ella.
Está situada a 1.800 metros sobre el nivel del mar y la única forma de acceder a la gruta es a través de un camino a pie de una hora. Pese a que los locales presionan al Gobierno para construir una carretera que facilite sus vidas, lo cierto es que las autoridades no parecen estar muy interesadas.
De hecho, en el año 2011 cerraron la escuela que había en la cueva, con la excusa de que los chinos “no son hombres de las cavernas”, por lo que los niños se ven obligados a caminar cada día dos horas de ida y otras dos de vuelta para acudir a otro colegio. Para comprar comida y lo necesario deben ir a un mercado situado a 15 kilómetros
Tienen una cancha de baloncesto con la que se entretienen y algunas veces llega el periódico y funciona la televisión. Es prácticamente el único contacto que tienen con el mundo exterior.