Habló de su depresión, del suicidio, y de la adicción a la heroína de su madre.
En un mundo como el de hoy, donde priman la competitividad y el exitismo, muchas personas creen que la depresión es una característica propia de la gente débil. Da la impresión de que para alcanzar las metas y conseguir logros, hay que dejar de lado la conexión del ser humano con sus emociones. Sin embargo, eso sería un profundo error y son infinitos los casos de personas que han encontrado un lugar en este mundo aun habiendo sido víctimas de la depresión.
Cara Delevingne, ni más ni menos, esa una de esas personas.
En una entrevista que dio a Esquire, una revista británica, la modelo y actriz se refiere a todas las dificultades que debió soportar en su pasado y que, en cierta manera, sigue soportando.
“Siempre me sentí como un Gremlin antes que una mujer atractiva”, dijo la chica.
La joven de 24 años da una explicación a lo que ella cree fueron los motivos que desencadenaron una profunda angustia.
“Creo que todo empezó a los 16 años, cuando entendí lo que pasaba en mi familia. Se me da muy bien reprimir mis sentimientos y que parezca que estoy bien. De pequeña pensaba que yo tenía que ser fuerte porque mi madre no lo era así que, cuando entré en la adolescencia y aparecieron todas esas hormonas y la presión por sacar buenas notas (por mis padres, no por mí). Tuve una crisis nerviosa”, señaló.
De hecho, Cara se refiere a sí misma como “suicida”.
“No podía soportarlo más. Me daba cuenta de la suerte que tenía y de lo privilegiada que era pero solo quería morirme. Me sentía tan culpable por ello que me odiaba a mí misma y entré en un círculo vicioso. Quería dejar de existir, quería que cada molécula de mi cuerpo se desintegrara”, añadió.
Y fue tan así, que Cara llegó a golpearse voluntariamente contra los árboles para perder la conciencia.
Ella salía de noche al bosque cerca de su casa, se sacaba la ropa, fumaba una cajetilla entera de cigarros y golpeaba la cabeza contra los troncos para desmayarse…
También se refirió a su madre, Pandora, quien padece una depresión maniaca y que durante su adultez ha luchado contra un adicción a la heroína y a las drogas prescritas.
“Mi madre se siente muy culpable pero ha sido una madre increíble. Siempre tuvo mucho amor y cuando era pequeña yo me sentía su confidente. Sentía que la entendía y sabía cómo se sentía y por qué”.
Y claro, cuando se vincula una carga genética con circunstancias desfavorables, a veces los pronósticos son desalentadores. Sin embargo Cara afirma que con esto ha aprendido mucho y deja un frase para el bronce:
“En el pasado, solía pensar que si me salía trabajo como modelo sería feliz. Entonces conseguía el trabajo de modelo y seguía sin ser feliz. Vale, pues cuando consiga un papel en una película, me decía. Pero conseguía el papel en la película y seguía sin ser feliz. Buscaba constantemente la felicidad fuera de mí y eso no funciona. Era como si mi felicidad tuviera que depender de cuánto trabajara y ese es un camino que no lleva a ninguna parte porque la felicidad no tiene nada que ver con eso”.
-Cara Delevingne a Esquire-
Una gran actriz, pero aún mejor mujer…
