Marruecos está de luto, y ya suma varios casos similares.
Hace pocos días, una mujer de 17 años llamada Jadiya se quemó a lo bonzo en Ben Guerir, en el centro de Marruecos, muriendo dos días después. Ella había sido violada y chantajeada con la publicación en internet de su agresión sexual llevada a cabo por ocho hombres. Al mismo tiempo, la justicia le otorgó libertad condicional a los involucrados, medida que se habría dado debido a “presiones de personas influyentes”. De esa forma, ¿qué otra opción tenía Jadiya de escapar?
Eso ocurrió en pleno mes de julio de 2016. Hoy, 17 de agosto del mismo año, un nuevo caso de violación vuelve a estremecer a Marruecos. Se trata de un niño de 14 años, cuya identidad no ha sido revelada, que ha sido violado por un adulto y dos jóvenes en la azotea de un barrio acomodado de Casablanca; capital de Marruecos.
Ya en la azotea, neutralizaron al menor para desnudarlo y violarlo. No conforme con eso, aprovecharon también de grabar todo el acto. Luego, estos tres desadaptados amenazaron al menor con publicar el video en las redes sociales a menos que le pidiera a sus padres una cierta cantidad de dinero. El menor, atemorizado por la vergüenza, prefirió callar y no contarle nada a sus padres.
Pero no todo termino ahí…
Dos días después, uno de los agresores aprovechó que los padres del menor no se encontraban en el domicilio para golpear la puerta de la casa con el fin de pedir un vaso de agua. Tras lograr abrir la puerta, se abalanzó contra el menor y abusó sexualmente de él, volviendo a grabar el hecho. Sin embargo, esta vez el menor logró reunir fuerzas para contarle a su madre el delito este mismo día. Enseguida acudieron al hospital para revisar el estado de salud, otorgándole un certificado de 21 días de incapacidad para la víctima.