La emotiva historia de la atleta que renunció a Río 2016 por salvarle la vida a su caballo

Adelinde Cornelissen, atleta ecuestre de Holanda, era una de las favoritas para llevarse a casa, al menos, una medalla en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Con 37 años, la jinete de doma había triunfado con un bronce y una plata en Londres 2012 y una de las claves de su éxito durante todos estos años ha sido su fiel compañero: Parzival, su caballo.

pa1

Este martes, la holandesa sorprendió al mundo al abandonar la competencia al inicio de ésta. Apenas había salido, cuando se detuvo en seco y se despidió de la audiencia con la mano y una ligera sonrisa. En ese momento nadie entendía lo que ocurría, hasta que ella contó en Facebook la razón por la que renunció al triunfo para salvar a su amigo.

pa6

Adelinde y Parzival llegaron días atrás a Brasil con el sueño de volver a subirse al pódium. Aunque al principio las cosas pintaban bien y eran de los favoritos, la vida les puso una prueba para la que no habían entrenado, pero que, al igual que cada competencia, enfrentaron uno muy cerca del otro.

“Planeaba entrenar muy temprano el martes por la mañana, así que llegué al establo a las 6am. Al darle los buenos días a Parzival, noté que el lado derecho de su cabeza estaba hinchado y había estado pateando las paredes”, explicó la atleta en una carta que ha conmovido a miles de personas.

pa2

Tras varios estudios, los médicos determinaron que el animal había sido picado por una araña y su veneno le estaba causando fiebre y, a pesar de que él nunca dejó de comer o beber agua, su cuerpo pedía descanso. “Al final del día, la fiebre había disminuido y caminé un rato al lado de Parzival. Lucía mucho mejor y la hinchazón de la cabeza era un tercio de lo que era en la mañana”.

pa3

La jinete acudió a los organizadores para solicitar que le cambiaran el día de competencia y así, darle un día de descanso a su amigo, sin embargo, recibió un “no” por respuesta y los médicos del lugar le aseguraron que podía competir. Sin embargo, ella sentía que algo no estaba bien y, tras el calentamiento, y con la tristeza de decepcionar a su equipo, hizo lo que sintió que era lo mejor.

paee

“Cuando entré, sentí que él estaba dando todo de sí como el guerrero que es, nunca se rinde. Pero para protegerlo, me rendí. Mi compañero, mi amigo, el caballo que lo ha dado todo por mí toda su vida no merecía eso… Así que saludé y me salí de la arena”. Con esas palabras, Adelinde terminó su carta, la cual sólo ha recibido palabras de apoyo para ella y su fiel Parzival.

pa7

Sin medalla, pero feliz, la atleta se encuentra ya en casa. Afortunadamente, su caballo está mucho mejor de salud y se ha sumado un triunfo que seguro tiene un sabor muy distinto al de cualquier otro.