Para existir con mayor tranquilidad.
El internet es una excelente fuente de información de la más variopinta naturaleza, para todo orden de necesidades y gustos, pero la falta de filtro hace que lleguen a nosotros en el mismo orden de importancia recetas de cocina, conjeturas sobre artículos científicos y comentarios de YouTube. Entre todo este bombardeo de datos no es raro que algunos rumores se tomen por hechos, sobre todo en una realidad como la de hoy, en la que convivimos con preocupaciones globales, además de las rutinarias, no hace falta estar creyéndole a los “médicos” anónimos de Facebook. Por eso, aquí traemos algunas aclaraciones, para vivir con un poco menos de miedo.
1. “Los endulzantes dan cáncer, especialmente el aspartamo”
Nuestros cuerpos descomponen el aspartamo en varios componentes químicos, incluyendo el formaldehído, que sí, es cancerígeno, pero nuestros cuerpos se deshacen de él tan rápido que no llega a hacer daño. A menos que tengas fenilcetonuria, una extraña pero seria condición en la que tu cuerpo no es capaz de descomponer ciertos aminoácidos encontrados en el aspartamo (entre otras comidas, como los huevos, por ejemplo), comer o beber este endulzante no es peligroso.
Sí es verdad que los endulzantes alteran la forma en que tu estómago funciona, ya que activan los receptores de gusto que allí tienes y les hace pensar que el sistema está por absorber azúcar, lo que no ocurre, y se ha especulado que eso confunde al cuerpo y podría traer consecuencias (pero no fatales).
2. “Usar desodorante provoca cáncer de mama”
Para empezar, el cáncer de mama es causado por diversos factores, lo que significa que una sola cosa no puede ser responsable de que alguien tenga cáncer de mama. ¿Pero es el desodorante uno de estos factores? Después de más de una década de investigación, no hay evidencias conclusivas.
Los investigadores reconocen que es difícil encontrar un sujeto de estudio que jamás haya usado desodorante, pero indican que es mejor mantenerse al tanto de las cosas que sí se sabe concluyentemente que reducen las probabilidades de cáncer como una dieta balanceada, ejercicio regular y moderar el consumo de alcohol.
3. “El Glutamato de Sodio (GMS) da jaqueca. ¿Y quizá mata bebés?”
Además de estar relacionado con un montón de rumores en internet, el GMS es usado en la comida China y Japonesa para mejorar el sabor, y nunca ha podido ser relacionado conclusivamente con algún problema de salud serio.
Algunas personas con historial de migraña han descubierto que el GMS puede gatillar uno de sus horribles dolores de cabeza, pero lamentablemente, aún no se descubre la causa real de las migrañas, sólo que cada caso es particular y diferente. Al menos la gente con migraña puede decir que realmente es única y especial.
4. “El café da cáncer”
Por cada estudio que habla contra el café, se publica uno que describe sus virtudes. Recientemente la escala se ha inclinado hacia lo saludable que es y finalmente, a principios de este año, en la guía alimenticia oficial de USA se declaró que mientras la cuota diaria estuviese bajo los 400 mg (el equivalente a cuatro tazas de café), los beneficios eran mayores.
Y luego la Organización Mundial de la Salud declaró que al contrario de lo pensado por años, el café no es cancerígeno— mientras no esté demasiado caliente. Así es, la temperatura es la responsable, no la cafeína. El café en sí es adictivo y puede eventualmente causar síntomas del síndrome de abstinencia, como dolor de cabeza, irritabilidad y cansancio.
5. “Si te sientes mal porque tienes algo inflamado y no te lo tratas, vas a acabar con una enfermedad crónica”
La inflamación es un proceso natural de tu cuerpo para protegerte. Por ejemplo, la inflamación de la mucosa que da durante el resfrío es una de las formas en que tu cuerpo trata de deshacerse de la bacteria que te ha infectado. Así que la inflamación en sí no es necesariamente algo malo, aunque te haga sentir mal.
El problema aquí es que no está claro de qué hablamos cuando decimos “inflamación.” Cuando los investigadores estudian “inflamación” usualmente están estudiando partes del cuerpo que producen este efecto como una respuesta inmunológica, como las citocinas o la proteína C-reactiva.
Pero cuando sientes una inflamación, como por ejemplo en la fascitis plantar, que causa dolor en el píe, o la enfermedad de Crohn, que causa dolor estomacal, ambos tipos de inflamaciones son síntomas, no diagnósticos. Reducir la inflamación no solucionará el real problema.
6. “La sensibilidad al gluten es la fuente de la depresión, la ansiedad, la indigestión, el autismo, etc”
A menos que seas celíaco, es bastante improbable que el gluten te provoque problemas. Aunque existe evidencia de que personas pueden ser particularmente sensibles al gluten (más allá de sufrir una alergia), investigadores han descubierto que es más probable que el culpable sea algo llamado FODMAPs(en español, carbohidratos fermentables de cadena corta), que se encuentran en todas las comidas ricas en gluten como la pasta, el pan y la cerveza.
No deberías quitar el gluten de tu dieta sin consultar con un doctor. Para empezar, si dejas el gluten antes de que te diagnostiquen enfermedad celiaca, los tests no serán conclusivos y tendrás que tomarlos nuevamente. Los investigadores creen que quienes se sienten mejor luego de dejar el gluten, está respondiendo a la falta de otra cosa: FODMAPs, preservantes o azúcar agregada, por ejemplo.
7. “El pH de nuestros cuerpos está desordenado, así que comer y beber más cosas alcalinas nos curará de prácticamente todo”
El pH de tu cuerpo es un sistema finamente calibrado. De hecho, diferentes partes del cuerpo necesitan mantenerse con diferentes niveles de pH o te mueres. Además de eso, nada de lo que comas o bebas cambiará realmente el pH de tu cuerpo. No es que sea una mala idea, sino que es imposible.
La gente que toma una dieta “alcalina” acaba sintiéndose mejor, es verdad, pero eso es probablemente porque las comidas “alcalinas” son ricas en frutas y vegetales. Así que esa comida te hace bien, pero no porque te estés alcanizando.
8. “Los campos electromagnéticos, así como los de los teléfonos móviles, dan cáncer”
Hoy en día no hay evidencia conclusiva de que los teléfonos móviles provoquen cáncer. De acuerdo al National Cancer Institute, la frecuencia producida por los teléfonos no lleva a la destrucción de ADN responsable del cáncer.
Aunque nos gustaría decir que este punto llega hasta aquí, existe controversia. La Organización Mundial de la Salud recientemente calificó los campos electromagnéticos de los teléfonos móviles como “posiblemente cancerígenos”, pero eso no significa que debas dejar de usar tu teléfono. Esa clasificación incluye ítems como el ácido cafeico, que está en el café, al cual han declarado fuera de riesgo, así que no es tan terrible como suena.
“Aunque no podemos probar que hay cero riesgo, en algún punto el riesgo se vuelve demasiado pequeño como para ser importante. Es más probable que mueras porque no tuviste acceso a un teléfono móvil que por la radiación que este emite.”
–Steven Novel, MD, en Science-Based Medicine.
9. “Hay toxinas en todas partes y debes deshacerte de ellas”
Para empezar, una toxina es cualquier sustancia dañina para los seres humanos, sea sintética u orgánica. Lo que se nos suele pasar, es que es tan importante la dosis de la sustancia, como su composición.
Muchas cosas que pueden ser consideradas tóxicas se encuentran en nuestra comida, el ambiente y nuestros cuerpos en niveles menores. Hay reportes de regaliz resultando tóxico cuando consumido en grandes cantidades. Incluso la vitamina A, que es algo que necesitas, puede hacerte sentir terrible si la tomas en dosis muy altas. Otros compuestos (como la oxicodona) puede ser usadas como drogas médicas sin ningún problema, pero son extremadamente dañinas dependiendo de la dosis. Además, cosas no tóxicas (como jugo de uva, por ejemplo) puede interactuar mal con otra cosa y causar un efecto tóxico.
Es importante preocuparse por lo que estamos consumiendo, pero estresarse por aquello que es tóxico o tiene toxinas es muy poco productivo. Además, el cuerpo es bastante bueno cuando se trata de deshacerse de ellas.