Gracias a internet, comprar cosas es muy sencillo: unos paseos con el ratón, un par de clicks y ya está. Entonces solo tienes que sentarte en tu casa y esperar que te lo traigan. ¿Qué podría salir mal?
Pues muchas cosas en realidad. Echa un ojo a esta divertida lista de repartidores fallando estrepitosamente en su trabajo, y te servirá para que la próxima vez te den ganas de recoger el paquete tú mismo.