Nuestra salud primero…

No es ningún secreto que los cosméticos populares y costosos a menudo se falsifican y al usar cosméticos de calidad dudosa te arriesgas de dos formas: en el mejor de los casos, el resultado no será cómo te lo esperabas; en el peor de los casos, la imitación podría perjudicar tu salud.

Para protegerte de este tipo de problemas aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a elegir cosméticos de calidad, con certificados aprobados por las asociaciones interesadas en cuidar de ti y no de su bolsillo.

Dales un vistazo:

1. Examina el diseño del empaque.

Una falsificación mal hecha desde luego se nota, pero también existe un montón de imitaciones de «buena calidad» que son difíciles de distinguir incluso para un conocedor… Por lo tanto, antes de comprar cosméticos costosos, visita la página del fabricante y examina cómo en realidad debe lucir el producto que te interesa.

Puedes reconocer unos cosméticos imitados por detalles como la inclinación y el tamaño de la letra, el tono del empaque, un texto impreso de forma borrosa, el tamaño del empaque o incluso su peso. Por supuesto, pesar un pintalabios o colorete en una tienda es problemático pero si el producto te parece demasiado ligero para el peso declarado en el empaque, es un motivo para pensar en su calidad.

2. Revisa el código de barras, número de serie e información del fabricante.

El código de barras en las imitaciones puede no coincidir con el país fabricante declarado en el empaque (lee aquí cómo comprobar un código de barras), y el número de serie en la mayoría de los casos no está. Presta atención: el mismo número de serie debe estar tanto en el empaque como en el producto.

Además, el original tiene la información detallada acerca de los compuestos del cosmético y muchas veces también va acompañado con una instrucción en varios idiomas. Si la información sobre el empaque es muy escasa, es una imitación.

3. Investiga qué tonos existen en realidad…

A los fabricantes de los cosméticos falsificados les encanta inventar nuevos colores y otorgarles nombres y números inexistentes… Qué tonos existen en los productos que elegiste y cómo deben lucir, es fácil de investigar en la página oficial de la marca.

4. Evalúa la textura y el olor de los cosméticos.

Los cosméticos originales no deben tener ningún tipo de brillo o incrustaciones sospechosas: especialmente si el producto es mate. Los productos líquidos no deben tener ninguna clase de residuos en el fondo, los cosméticos cremosos no deben dividirse en capas ni contener compuestos adicionales.

Puedes distinguir un pintalabios falsificado por grietas, comisuras o condensado; mientras que un rímel falsificado, además de un olor desagradable y una textura sospechosa, tambien puede tener un cepillo diferente.

5. Haz una prueba de aplicación y resistencia.

Pide un tester para poner a prueba el producto, por ejemplo: Una sombra de calidad y un colorete no deben despintarse ni juntarse en los pliegues, el pintalabios debe aplicarse de forma homogénea y un rímel original no debe pegar tus pestañas ni tampoco caerse.

6. Presta atención a brochas y esponjas para la aplicación de los cosméticos.

Incluso si el empaque y el aspecto de los cosméticos son muy similares al original, una imitación se podrá reconocer por brochas, esponjas y cepillos diferentes… Pueden diferir en tamaño, forma y color, y la calidad de pelo irregular.

7. ¡No compres cosméticos de vendedores dudosos!.

No importa qué tan trillado suene este consejo, vale la pena tomarlo en cuenta porque incluso una tienda grande puede resultar siendo un vendedor dudoso. Para protegerte de las sorpresas desagradables, entra a la página oficial de la marca de cosméticos que piensas conseguir y revisa la lista de tiendas donde puedes comprar esta mercancía.

Los vendedores de cosméticos a menudo hacen rebajas, sin embargo, un motivo para sospechar algo extraño es cuando te ofrecen la mercancía con un descuento demasiado grande: es poco probable que un rímel o una sombra de ojos se puedan vender con un 80% de descuento. Pero el precio alto tampoco es una garantía de que compras un producto original. Pregúntale al vendedor un certificado, si se niegan a enseñártelo, mejor no compres.