Gorditos de amor…
Existen dos misterios que no ha logrado descifrar la humanidad desde que el mundo es mundo. La primera, el no saber de la existencia de vida fuera de nuestro planeta y eso probablemente nunca lo sabrás. Y la segunda -no digas que no- es entender por qué engordamos cuando vivimos con nuestro novio/a.
Tenías una esbelta figura, te miraban en la calle y te decían cosas lindas (bueno, no todas son lindas) por tu buen estado físico, pese a la adicción de los dulces de tu madre. Luego conociste al amor de tu vida y te fuiste a vivir con él, el resultado: engordaste.
¡Misterio resuelto! Un estudio comprobó que se debe a los cambios en la alimentación y los hábitos deportivos provocados por la vida en pareja. Y aunque esta situación está condicionada a tus genes también, digamos que es básicamente por eso.
En resumidas cuentas, el amor engorda.
Chris Haley, líder de la investigación, señala que “aunque la genética marca en gran parte las diferencias de complexión entre individuos”, el ambiente que “compartes con tu pareja durante la madurez también influye en el peso, más que tu educación familiar”, según señala un artículo dePLOS Genetics.
Para concluir esto los científicos analizaron los datos de salud de 20.000 personas, como su proporción de grasa, la presión sanguínea y el índice de masa corporal, comparando la genética familiar, los hábitos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta de todos los participantes.
El estudio asegura que unos hábitos inadecuados aumentan el riesgo de desarrollar obesidad o sobrepeso cuando vives en pareja.
Lo mejor que puedes hacer es alimentarte de manera balanceada y practicar ejercicios, así ambos conservan su figura y viven una vida saludable.