Los conflictos suceden en la vida de todos y a veces resulta difícil llegar a un acuerdo con tu interlocutor. Pero, ¿qué hacer si literalmente sientes la agresión que emana tu oponente y estás a punto de explotar?
Afortunadamente, existen algunos pasos verdaderamente útiles que te ayudarán a solucionar el problema y conservar la calma, como los que veras a continuación, echa un vistazo:
1.
No es necesario salirte de tus casillas, incluso si sientes que el enojo te invade tanto que es casi imposible contenerlo. Una respiración profunda y un poco de ejercicio te ayudarán a reducir la tensión y no decir nada de lo que te podrías arrepentir después.
2.
No olvides que todos tienen derecho a equivocarse: tú y tu interlocutor también. Intenta imaginarte en su lugar y evaluar la situación desde su punto de vista: ¿qué sentirías en esta situación? Tal vez esté pasando por una etapa difícil de su vida y esto es lo que le provoca agresión y enojo.
3.
Incluso si la persona tiene mil razones para mostrar agresión, no permitas que se descargue contigo. Habla tranquilamente y no alces la voz. Esto le hará sentir más confianza y no el deseo de gritar más fuerte que tú. Si el grado del diálogo se está subiendo, recuérdale a tu interlocutor lo importante que es respetarse mutuamente.
4.
En un conflicto no nay nada más sencillo que gritar y ofender de vuelta. Intenta controlarte y reacciona a las palabras de tu interlocutor con más calma. Un poco de práctica y pronto podrás ver incluso algo bueno en esa persona.
5.
No tomes los insultos de las personas agresivas en serio. Intenta usar el pronombre «yo» en vez de «tú» («siento», «me ofende», «estoy enojado», «pienso»), intenta construir el diálogo como dos personas maduras: sin palabras ofensivas, provocaciones ni acusaciones. Ese tono «adulto» desconcentrará a tu interlocutor escandaloso y hará que te escuche.
6.
Si tu interlocutor se deja llevar por las emociones, ya no importa qué tan fuerte es el argumento que posee. Solo di cosas de las cuales estás completamente seguro y concéntrate al máximo para explicar tu posición más claramente. No olvides que cada verdad es subjetiva, busca algo en lo que ambos coincidan, es decir, algo que esté detrás de las palabras.
7.
Si tu conversación parece una pelea y no logras mejorar la comunicación, soluciona la situación aplicando tu sentido del humor. Haz que tu interlocutor sonría, ríete de ese problema y desarmarás a la persona problemática borrando los restos de su agresión y enojo.