Un joven de 25 años confiesa haber matado a su hija de 21 meses por celos debido a la atención que recibía tras superar un cáncer.
Ryan Lawrence, de 25 años, ha matado su hija por la atención que recibía la pequeña tras superar un cáncer. El pasado 20 de febrero se emitió una orden de búsqueda del padre y su hija en el estado de Nueva York, según confirman medios locales.
El padre confesó a los jueces el crimen admitiendo que mató a su hija por los celos que sentía debido a la atención que estaba recibiendo Maddox por su enfermedad. Ahora se enfrenta a una pena mínima de 25 años debido a que confesó el asesinato.
Ryan admitió haber matado a Maddox golpeando su cabeza con un bate de beisbol. Para ocultar el crimen, quemó su cuerpo durante tres horas en un pozo para luego arrojar los restos en un arroyo cercano a Syracussa.
La madre encontró una nota en su domicilio en la que Ryan advertía de su intención de autolesionarse y dañar a la niña.
Gracias a ello, la policía logró encontrar el cuerpo de Maddox 36 horas después de su desaparición.