Una periodista rompió en llanto en vivo mientras presentaba esta noticia. Y es que en el este de Aleppo ya no existe la infancia.
Abu Kifah es parte de los voluntarios sirios conocidos como “Cascos Blancos” – trabajadores de rescate que se atreven a escalar entre los escombros que dejan las bombas – y este pasado jueves fue filmado rompiendo en lágrimas mientras sacaba una bebé de entre las ruinas de lo que alguna vez fue su hogar.
La niña sólo tiene 30 días de edad y sobrevivió de milagro con mínimas heridas en su rostro.
https://www.youtube.com/watch?v=ipisDX6Rw5k
Al menos 20.000 civiles han sido heridos por los ataques rusos en Aleppo y más de 100.000 niños permanecen atrapados al este de la ciudad.
Voy a reiterar el número, porque me revuelve el estómago: 100.000 niños atrapados y 20.000 civiles heridos.
Las Naciones Unidas han advertido que una catástrofe humanitaria se está desarrollando en la zona, mientras Rusia y Estados Unidos debaten quién tiene la culpa.
Al menos 11 civiles, 7 de ellos niños, murieron durante los ataques en Idlib, según el Observatorio de Derechos Humanos en Siria.
Ya ha pasado un año desde que Rusia comenzó a bombardear Siria en apoyo al presidente Bashar Al-Assad, y ha acabado con la vida de 3.800 civiles.
“Las bombas llueven en Siria desde aviones aliados y el este de Aleppo se ha vuelto una gigante caja de la muerte. El gobierno sirio debe detener este bombardeo indiscriminado y Rusia, como su aliado militar y político, tiene la responsabilidad de ejercer presión para detener esto”.
– Doctor Xisco Villalonga, director de operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF).-
MFS citó números del directorio de salud del este de Aleppo (territorio rebelde), apuntando que desde el 21 de septiembre hasta el 26, los pocos hospitales funcionales en esa parte de la ciudad recibieron 278 cadaveres, incluyendo al menos 96 niños. Más de 822 heridos fueron recibidos y 221 de ellos eran niños.
“Todas las unidades intensivas están llenas. Los pacientes deben esperar que otros mueran para que se desocupe una cama en cuidados intensivos. Sólo tenemos tres salas de operaciones y sólo ayer tuvimos que llevar a cabo 20 cirugías abdominales. El personal del hospital está trabajando 20 horas diarios. No podemos irnos a casa y dejar que la gente muera”.
– Abu Waseem, administrador de un hospital apoyado por MSF.-
El total de personas muertas en el este de Aleppo desde que empezó el asedio hace unas semanas suma 338 víctimas, 106 de ellos niños; con 846 heridos, 261 niños, según la Organización Mundial de la Salud.
El director del Observatorio de Derechos Humanos Rami Abdel Rahman indicó que el total de víctimas puede ser aún mayor.
El pasado martes representantes de Rusia señalaron que se continuaría bombardeando Siria.
El Secretario de Estado de los Estados Unidos John Kerry admitió el mismo día que todos estos meses de esfuerzos diplomáticos por detener la guerra estaban llegando a un final:
“Creo que estamos al borde de suspender la discusión porque, sabes, es irracional en el contexto de este tipo de bombardeo quedarnos sentados aquí, tratando de tomárnoslo en serio”.
El Presidente Barak Obama y la Canciller Angela Merkel han condenado públicamente lo que consideran una barbarie de parte de Rusia y Siria.
La periodista inglesa Kate Silverton de la BBC rompió a llorar mientras comunicaba la noticia.
“A todos los que me envían mensajes – gracias – no hay palabras, de verdad – mi trabajo es ser inescrutable e imparcial pero también soy humana #syria”
La verdad es que a mí también me cuesta contener la rabia y las lágrimas. ¿Cómo podemos, como humanidad, ser testigos de todo esto sin hacer nada? La nena esta viva, sí, ¿pero qué clase de vida le espera?