Para disfrutar de un hogar saludable no podemos limitarnos a mantenerlo limpio y ventilado, sino que también deberemos deshacernos de ciertos focos de riesgo donde crecen y proliferan bacterias.
Algunos de estos focos son muy evidentes, como los desperdicios de comida, pero otros no tanto. Así pues, aquí tienes 13 cosas que deberías revisar de inmediato.
El cepillo de dientes
Muchas personas cambian su cepillo de dientes solo cuando parece viejo, pero lo cierto es que si queremos cuidar nuestra higiene bucal deberemos cambiarlo cada tres meses.
El cepillo de dientes tiene que ayudarnos a retirar la suciedad de nuestra boca, no contribuir al esparcimiento de nuevas bacterias. Por esta misma razón, el cepillo debe tirarse también tras pasar una gripe o una infección.
La almohada
Puede que cambies con regularidad las sábanas y la funda de la almohada pero, ¿cuándo fue la última vez que cambiaste el relleno? Las almohadas deben cambiarse cada 3 años o, de lo contrario, descansaremos sobre un mullido almohadón de ácaros, polvo y bacterias.
La esponja de baño
Encargada de retirar nuestra piel muerta y la suciedad, la esponja de baño también permanece mojada y/o en ambientes húmedos, donde los microorganismos y el moho crecen con facilidad. Tal vez te sorprendas pero, por esa razón y para evitar esparcirlo por nuestro cuerpo, debemos cambiar de esponja cada 3 semanas.
El lentillero
El 40% de las personas que usan lentillas han tenido algún tipo de infección ocular, especialmente en verano. Si cambiamos nuestras lentillas una vez al mes y el líquido a diario, ¿de dónde creen que proviene el problema? Exacto, del lentillero.
El 80% de los lentilleros están contaminados de bacterias, ya que habitualmente entran en contacto con nuestras manos o se encuentran dando tumbos por el baño o el bolso. Por ello, estos deben lavarse con jabón y/o reemplazarse cada 3 meses.
Pintalabios
Con los productos de maquillaje ocurre lo mismo, ya que al estar en contacto con nuestra piel y manipularse con las manos recogen un amplio abanico de microorganismos. Así, los pintalabios deben tirarse cada 2 años.
Rubor
El colorete o rubor, por su parte, debe reemplazarse antes de los 18 meses.
Pintura de uñas
Los pintauñas a los 12 meses como máximo.
Sombra de ojos
La sombra de ojos, un máximo de un año.
El rímel
No más de 3 meses de uso.
El eyeliner o delineador
Si es de tipo brocha cada 3 meses; si es de tipo lápiz basta con sacarle punta con un sacapuntas limpio.
Sarten arañada
En el momento en que el revestimiento de teflón de tus sartenes se arañe, este comenzará a desprenderse poco a poco transfiriéndose a tu comida y, por ello, la sartén debe reemplazarse inmediatamente.
Estos restos no son tóxicos, pero no deben ser consumidos. De igual modo, los restos de comida podrán adherirse a las zonas arañadas facilitando que crezcan bacteriasque podrían contaminar tus alimentos.
Los estropajos
Los estropajos están en contacto con los restos de comida y basura que retiramos de nuestros platos. Por eso, estos deben estar siempre limpios y cambiarse una vez al mes para que, cuando usemos la vajilla, no exista riesgo de contaminación.
Nuestra ropa de estar por la casa
Todos tenemos un jersey que adoramos, una camiseta vieja que nos encanta o pijama de hace 15 años. Pues bien, por cómodos que sean, es hora de tirarlos.
La ropa, al igual que los trapos de cocina y otros textiles, tiene que limpiarse con regularidad y desecharse pasado un tiempo. No es igual que los rellenos de almohada o esponjas, pero las prendas que pasan tiempo sobre nuestra piel, a pesar de los lavados, también son susceptibles de contaminarse con el tiempo.
Si observas que las fibras se han pasado, o que la prenda huele a al poco tiempo de uso, es porque un grupo de microorganismos vive en ella y con tu calor corporal y humedad crecen fácilmente, pasando de la prenda a tu cuerpo.
Vía: LVM