Aunque realmente la que fue coronada Miss Italia fue Rachele Risaliti, de 21 años y representante de Florencia, todos los ojos se han quedado puestos en ella. Esta joven estudiante de Ingeniería, de 22 años, 1,80 de altura y talla 44 (14).
Se llama Paola Torrente, y terminó finalista del certamen convirtiéndose en la primera dama, aunque muchos defienden que tendría que haber sido ella la ganadora.
A pesar de romper todos los estándares fijados en este tipo de concursos, Paola ha sabido cautivar al público, y ha despertado los apoyos y las críticas de los italianos a partes iguales.
La madre de una de las participantes que no llegaron a la final llegó a afirmar que las candidatas de tallas grandes deberían competir en una certamen alternativo. Algo que no gustó nada a la organización.
La reacción de Paola ante este segundo puesto en el certamen no se ha hecho esperar, y ella misma publicó estas palabras en las redes sociales: “Rachele se ha adjudicado la corona pero yo me he adjudicado el primer puesto en la historia de una curvy que queda en los dos primeros puestos. Es una emoción única que durará siempre”
El escaparate que supone el certamen de belleza más importante del mundo, ha supuesto un antes y un después en la vida de Paola, a la que se le ha abierto un futuro bastante prometedor como modelo.
Paola ha aprovechado sus primeras entrevistas para reivindicar la belleza curvy. La primera dama asegura que “este segundo puesto supone una victoria sobre todo si pensamos que después de casi veinte años la selección de las candidatas se ha abierto a las tallas grandes, las llamadas curvy”.
“Haber tenido la posibilidad de participar con la talla 44 significa para mí un valor añadido. Es la demostración de que la belleza no puede ser recluida en rígidos cánones estéticos”, decía Paola Torrente.
¿Y tú qué opinas?