El fotógrafo Thimothy Archibald se propuso capturar con su cámara los hábitos de su hijo diagnosticado con autisma como una forma de lidiar con el acontecer y la extraña pero fascinante rutina de su hijo.

Sin embargo, lo comenzó como una simple documentación, resultó ser mucho más. No sólo aprendió más sobre mundo único de su hijo, sino que el proyecto los unió más.

Thimothy, como fotógrafo profesional, tuvo que aprender a dejar de tratar de controlar las situaciones al permitir que su hijo tome la iniciativa.

Elijah, su hijo de 5 años de edad, comenzó a obsesionarse con objetos mecánicos, tenía una necesidad por actividades de repetición y fue retirado socialmente.

Cada disparo que hizo la cámara de su padre refleja los hábitos particulares de Elias y su interacción con el mundo que le rodea.

“Nunca quise mi hijo crea que es normal. Yo quería que él fuera consciente de lo diferente que es y que tome eso como algo positivo”, dijo Archibald.