¡Qué bien queda! Pero no hay quien aguante las coletas muy altas y pulidas, y esas horquillas metidas a presión, ¡arg! A las pocas horas estarás desesperada por quitártelas.
A menudo, las mujeres que tienen dolor de cabeza cuando van peinadas con una coleta alta o un recogido muy ‘estirado’ no saben que son propensas a padecer migrañas.
“Los pacientes no se dan cuenta de que tienen tendencia a sufrir cefaleas porque no se les ha diagnosticado. Pero esta dolencia afecta a alrededor del 12 por ciento de la población y aproximadamente al 18 por ciento de las mujeres”, explica a Elle la neuróloga Denise E. Chou, profesora asistente de neurología de la Universidad de Columbia Medical Center.
Este trastorno lleva a la hipersensibilidad sensorial haciendo que los nervios alrededor de la cara y el cuero cabelludo se tensen. Entonces nos sorprende una sensación extraña y desconcertante: “¡Me duele el pelo!”
Un fenómeno que se denomina ’Alodinia cutánea’, y consiste en la percepción del dolor debido a un estímulo indoloro de por sí. Por ejemplo, “aunque peinarse no debería ser doloroso, puede ser percibido como algo doloroso durante un ataque de migraña”, señala experta.
Pues sí, por ridículo e increíble que parezca, el pelo puede doler, y desde luego, no es nada agradable. Las que lo hemos sufrido sabemos muy bien lo desesperante que es.
De hecho, muchos afectados por dolor de cabeza sufren ‘Hipersensibilidad cutánea’. Estos pacientes con cefalea crónica son a menudo hipersensibles al tacto yexperimentan dolor cuando realizan actividades cotidianas como frotarse la cabeza o cepillarse el pelo, según un estudio realizado por investigadores de los Laboratorios de Investigación Merck (Estados Unidos), publicado en “Neurology”.
Este problema de sensibilidad extrema en la piel es casi dos veces más frecuente entre los pacientes con migraña y entre aquellos que sufren otros tipos de dolor de cabeza, según demuestra el estudio dirigido por el Dr. Marcelo E. Bigal, que analizó 17.000 cuestionarios de pacientes con cefalea.
El 69% de los pacientes con migraña experimentaban también alodinia cutánea, en comparación con el 37% de los pacientes u otros tipos de cefalea crónica. Entre el 12 y el 29% de los pacientes con migraña sufrían también alodinias severas, frente a no más del 6% de los pacientes con otros tipos de dolores de cabeza crónicos.
Además, las manifestaciones más severas de la ‘Alodinia’ están asociadas a síntomas de depresión. En los pacientes con migraña, este trastorno de la piel está asociado a ataques fuertes y frecuentes, enfermedades de larga duración, obesidad y a las pacientes más jóvenes.
Según el Dr. Bigal, la ‘Alodinia cutánea’ “puede ser un factor de riesgo para la progresión de la migraña, donde los pacientes con esta enfermedad sufren migrañas más días de los que pasan sin ella”.
Pero incluso si no se experimentan con frecuencia episodios de migrañas, cualquiera puede ser susceptible a ello por culpa de una coleta demasiado ‘tirante’.Ese dolor está causado por “la tensión o compresión de la activación de las terminaciones sensoriales esos nervios,” explica Chou.
“Cuando se hace un moño, una cola de caballo o se colocan extensiones, se suele tirar de los nervios del cuero cabelludo, lo cual activa aún más los nervios sensoriales”,explica Chou, “esto podría desencadenar el dolor de cabeza al momento o marcar el comienzo de un dolor que irá manifestándose de manera gradual a lo largo del día”.
Lo cierto es que cada vez son más las personas que manifiestan sensibilidad cutáneaporque la piel es un órgano con numerosas fibras nerviosas y neuromediadores. “En el cuero cabelludo, por ejemplo, hay unas 600 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado”, nos cuenta Esther Serra, dermatóloga del Hospital de Sant Pau (Barcelona).
Por otro lado, podría tratarse de un caso de “cefaleas de rebote” o “por abuso de medicación’”, advierte Chou. “Si estás tomando pastillas para tratar las migrañas durante 10 o más días al mes, eso podría empeorar las molestias por el aumento de los receptores del dolor.”
Así que lo mejor sería acostumbrarse a lucir semi-recogidos o peinados sencillos, no demasiado ‘agresivos’ para el cuello cabelludo y que permitan al cabello estar ‘relajado’.
Nada de trenzas, coletas, moños, cintas, diademas, horquillas o pasadores que presionen demasiado la cabeza (cualquier zona), y evita todo aquello que presione el cuero cabelludo.