Esta mujer creía que ser una madre “divertida” no acabaría con la vida de su hijo.
El cuerpo de Andrew Frye fue encontrado en un motel en Akron, Ohio, EE. UU. rodeado de drogas ilegales luego de que el joven, aún con vida, asistiera al lugar con su madre y su abuela para consumir heroína en una “fiesta”.
De acuerdo con la madre, Heather Frye, alrededor de las 6 a.m. decidieron inyectarse el alucinógeno en uno de los cuartos, pero ella le pidió a Andrew que lo hiciera en el baño porque no le gustaba ver a su hijo consumiendo drogas.
Luego de las 7 p. m., Jessica Irons, la amiga de Heather, llamó a la policía porque Andrew no respondía, pero cuando llegaron al lugar el joven ya llevaba un tiempo muerto.
Según el Washington Post, hay evidencia de que en la habitación también se encontraba la madre de Heather, Brenda, y un amigo de esta de 58 años. Al parecer, los adultos trataron de esconder las agujas cuando llegó la policía.
La madre de Andrew no tenía custodia de su hijo, quien estaba legalmente bajo el cuidado de su tía abuela Tammy Smith, pero ella le dijo a la policía que solo quería ser “la madre divertida del fin de semana”.
Ahora ambas mujeres, declaradas culpables, pagarán nueve años de prisión.
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