Luego de regalarnos muchos papeles inolvidables, Anne Hathaway se ganó el mayor reconocimiento en la industria del cine recibiendo el Óscar a Mejor Actriz de Reparto por su papel como Fantine en el musical Los Miserables. Una interpretación tan impresionante como desgarradora y muy difícil de olvidar, incluso para ella misma, quien nunca estuvo realmente feliz por haber ganado este codiciado premio.
Contrario a lo que muchos pensarían, la actriz de 33 años no recuerda con tanta emoción la época en que ganó su merecido premio.
En una reciente entrevista con The Guardian, Anne Hathaway expresó lo complicado que se hizo recibir un premio por un papel que la hacía sentir tristeza, diciendo:
“Me sentí muy incómoda. Es como que perdí mi cabeza haciendo esa película y aún no regresa. Después tuve que ponerme de pie en frente de la gente y sentir algo que no sentía que es felicidad sin complicaciones. Es algo obvio, ganas un Óscar y se supone que tienes que estar feliz. Yo no me sentía así”.
Respecto al discurso con el que recibió su reconocimiento que le costó muchas críticas, Anne Hathaway confiesa que tuvo que fingir su alegría.
Consciente de que todo esto es solo parte de la industria y en realidad es algo bueno, la actriz que recientemente se convirtió en madre no puede dejar de pensar lo irónico de la situación.
“Yo me sentía mal por estar ahí de pie en un traje que costaba más de lo que las personas verían en sus vidas, y ganando un premio por retratar el dolor que aún se siente una gran parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos. Intenté fingir que estaba feliz y fui acusada por hacerlo, mucho. Esa es la verdad y eso es lo que pasó”.
Sin embargo, siendo tan graciosa y sensata como siempre, logró sacar una lección de todo esto que hasta el día de hoy la acompaña.
“Apesta. Pero lo que aprendes de eso es que sólo sientes que vas a morir de la vergüenza, en realidad no mueres”.
Y en caso de que nada de esto hubiera resultado, esta mujer tiene muy claro qué hubiera sido de ella…
“Creo que probablemente hubiera tenido cuatro sillas sin voltearse en The Voice. No, creo que hubiera sido una borracha profesional. O sería una líder de comunidad realmente inspiradora. Una o la otra”.
Porque jamás podemos olvidar que Anne Hathaway es tan real como nosotros.