La vida de Mahendra Ahirwar había cambiado drásticamente para bien estos últimos meses. Nació con una enfermedad que debilitaba los músculos de todo su cuerpo, provocando entre otras cosas que no pudiera sostener su cabeza de forma normal.

Sus padres no encontraban un diagnostico certero y tampoco tenían el dinero para pagar una cirugía, así que con el paso del tiempo, el cuello de Mahendra se deformó hasta impedirle una vida normal, y mucho menos una infancia.

Todo cambió cuando Julie Jones, una madre inglesa que se emocionó con su historia, decidió reunir los fondos y ponerle en contacto con el Doctor Rajagopalan Krishnann, quien planeó un innovador procedimiento que fue, en principio, extremadamente exitoso.

Todas esas esperanzas se hicieron añicos sólo ocho meses después de su operación.

“Había estado jugando toda la mañana. Tomó desayuno, se dio una ducha e hizo algo de ejercicio con su silla de ruedas dentro de la casa. Después de almorzar, me preguntó si podía ver algo de televisión. Puse sus caricaturas y empezó a toser, sólo dos veces. Me pidió que le masajeara el pecho, tosió una tercera vez y murió. Empecé a llorar y gritar su nombre. Salí corriendo de la casa, gritando que mi hijo no se movía y un vecino llamó a un doctor. El Doctor llegó en 15 minutos y lo declaró muerto” contó Sumitra Ahirwar, madre de Mahendra.