Lucir fabulosa 24 horas al día es una tarea complicada. Y es muy desalentador cuando todos los esfuerzos gastados son en vano debido a un malentendido o un pequeño error.
Hoy traemos para ti 10 errores comunes que cometemos a la hora de vestirnos y debemos dejar de hacer, la solución es muy simple, echa un vistazo a continuación:
1. Arreglarte en el último momento
La eterna pregunta “¿Qué me pongo?”, una taza de café ya frío en una mano y una brocha para aplicar colorete en otra y, por arte de magia, ya se hizo tarde para llegar al trabajo. ¿Te suena familiar? En esta situación, no hay tiempo para lucir impecable. Pero todo habría sido más sencillo si hubieras preparado la ropa desde la noche anterior.
2. Ropa que no combina con el clima
No con la temporada sino con el clima. Porque si está lloviendo, nadie lucirá hermoso con un abrigo de piel de conejo. Tampoco es buena idea ponerte pantimedias color piel cuando está helando. Es mejor cuidar tu salud; aprende a vestirte con estilo en época de frío, cuidando que tu ropa también te abrigue bien. De preferencia, separa en tu guardarropa las prendas ligeras y las prendas calientes. Guarda las que no son de temporada para que no tengas la tentación de ponértelas.
3. Ropa que no va al caso
Caminar en zapatos de tacón por calles empedradas o ir con un vestido de gala al trabajo. El precio y la marca no importan, simplemente no van al caso y no combinan con la ocasión. Al final de cuentas, incluso te sentirás incómoda. Intenta descubrir con anticipación cuál sería el código de vestimenta del evento al que piensas asistir. No te dejes llevar por las ganas de estrenar lo más pronto posible tu vestido recién comprado, escucha tu sentido común y espera una ocasión especial para estrenarlo.
4. Ropa de la talla equivocada y que no combina con tu figura
Tal vez todas las chicas tengan en el clóset un pantalón de mezclilla que sueñan con que algún día les quede bien. Lo importante es que no te lo pongas antes de tiempo. Tampoco busques rebajas ni estar al tanto de las últimas tendencias de la moda. Por su culpa en tu guardarropa pueden aparecer prendas que te queden “un poquitín” pequeñas, grandes o no vayan con tu figura.
5. Pequeñas desventajas
Ropa arrugada, pelusa, una pequeña mancha, un hilo salido o el pelo de tu querido gato. Puedes ignorar estos detalles creyendo que nadie se fijará en esto. Pero es mejor que siempre tengas en tu bolsa un rollo quitapelusas y un “kit de emergencia” con alfileres, aguja e hilo. Sería perfecto no usar las prendas que se arrugan con facilidad.
6. Ausencia de accesorios
Puedes lucir increíble incluso vistiendo un simple pantalón de mezclilla y un suéter. Pero todo se trata de accesorios. Debes saber elegirlos correctamente. Puede ser solo un detalle: una bufanda, un cinturón e incluso bisutería. Lo importante es que no sean demasiados y no pretendan imitar los metales preciosos.
7. Materiales de baja calidad
La ropa de telas sintéticas luce barata. Porque se arruga rápidamente, pierde forma y se mancha. Algodón, gasa, seda, lana, mezclilla no son telas tan caras, y las prendas hechas de estos materiales lucen mucho mejor. También te sientes más comoda con ropa de este tipo.
8. Combinaciones de color
Combinar los colores en la ropa de forma perfecta tampoco es sencillo. Las prendas deben combinar entre sí y también con tu fenotipo. Si no tienes tiempo para aprender todos los detalles, simplemente toma por regla elegir tonos intensos y profundos: azul, coral, marsala, rojo, esmeralda. No olvides los nobles tonos pasteles, ni tampoco los clásicos blanco y negro.
9. Estampado extraño
Incluso el leopardo puede lucir de forma diferente: noble y salvaje o vulgar y de mal gusto. Si no estás 100% segura de cómo vestirlo, es mejor no arriesgarte y elegir algún estampado más clásico que difícilmente se pueda echar a perder: cuadros, rayas, lunares o algo geométrico.
10. Ropa interior mal elegida
¡Qué importa si nadie lo verá! Pero tú lo ves y lo sientes. Cualquier incomodidad interior se refleja en tu aspecto. Además, una buena ropa interior puede corregir la silueta, y esto ya es la mitad del camino rumbo a la perfección.