¿Para qué el apio?
¿Hay algo más rico en el mundo que el pan fresco, recién horneado y caliente? Tierno, suave, sabroso… el pan es un alimento exquisito y versátil, pero tiene un gran problema: se pone duro rápidamente. Sin embargo, como los seres humanos a veces ocupamos nuestros cerebro y tenemos buenas ideas, hay algunas formas para evitar que el pan se ponga como una roca o volverlo tierno, y son más simples de lo que te podrás imaginar.
¿Para qué comer pan duro? ¡Sigue estos tres trucos y olvídate del problema!
1. En el microondas
Humedece un trozo grande de papel y envuelve bien el pan duro. Luego, llévalo al microondas por 10 segundos a máxima potencia (o un poco más, si es que es necesario), ¡y listo!
2. En el horno
Precalienta el horno en 150ºC, por mientras, envuelve el pan en papel aluminio y después mételo en el horno, a la mitad de altura durante unos 5 a 20 minutos, dependiendo del tamaño y el tipo de pan. Si es que aún está duro, puede humedecer un poco el aluminio, pero no demasiado, la idea no es que quede tan blando.
3. Con el apio
Este truco es genial para el pan de molde. Introduce unos apios en la bolsa del pan y mételo al refrigerador por una horas (si el pan está muy duro, puede dejarlo toda la noche). Cuando abras la bolsa nuevamente el apio estará seco, porque el pan habrá absorbido toda su humedad.
Sencillo. Sin embargo, hay veces en que el pan está demasiado duro y es un caso perdido…
En esos momentos, puedes ir a darle de comer a los patos.