Las casualidades marcan la vida de las personas y el trágico accidente de avión de los jugadores del Chapecoense saca a la luz decenas de historias humanas con un final fatal. En los últimos meses se habían convertido en los héroes de una afición, un equipo modesto que estuvo cerca de la gloria y que murió al llegar a su destino. Solo les quedaban unos días para coger las vacaciones y muchos tenían su plan.

La mujer de Cleber Santana, rota por el dolor, ha contado uno de los secretos que hasta ahora no se sabía. El día 9 de diciembre, 13 jugadores y sus parejas se iban de vacaciones a Punta Cana y ellas formaron un grupo de Whatsapp para intercambiar detalles. Entonces, decidieron hacerse el mismo tatuaje: un avión en vuelo que forma un corazón.

 

“Me dijo que en el ‘free shop’ había encontrado un par de antojos que eran para mí… me dijo que me llamaría cuando llegase a Colombia. Pero a la madrugada me llamó la esposa de otro jugador para avisarme que el avión había caído. Todas comentamos que preferíamos haber muerto todos juntos para no tener que pasar por este sufrimiento solas”, añadió Rosangela Maria Loureiro

 

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