La violencia de género no tiene fronteras, límites ni niveles de popularidad: Rihanna, una de las cantantes más renombradas del momento, sufrió una fuerte golpiza por parte de quien era su novio en ese momento, Chris Brown, haciendo que se paralice tanto el mundo del espectáculo, como el globo entero.

El escalofriante hecho sucedió la noche anterior a la entrega de los premios Grammy, allá por el 2009. Una simple discusión había desencadenado la ira del rapero, que atacó y golpeó a Rihanna hasta dejarle severos hematomas en su rostro y cabeza. Las fotos, sin ir más lejos, hablan por sí solas.

A 7 años de ese estremecedor suceso, el cantante se animó a hablar por primera vez, avergonzado, sobre lo que le hizo vivir a Rihanna, en el nuevo documental acerca de su vida, llamado “Welcome to my life“.

“Me sentí como un puto monstruo. Pensé en suicidarme y todo eso. No dormía, no comía. Lo único que hacía era drogarme”, reveló allí, arrepentido. Tanto, que incluso su madre, Joyce Hawkins, brindó más detalles sobre ese día: “Ese fue el peor día de mi vida y probablemente también el de la suya. Sentí que iba a perder a mi niño”.

Rihanna, desde entonces, no habla sobre ese episodio violento. Solo ha admitido que después de la golpiza creyó que podía salvar a Chris Brown de “sí mismo”, y que por ello lo perdonó y mantuvieron una relación nuevamente.

De todas formas, el caso fue llevado a juicio, y, el 22 de junio del 2009, fue encontrado culpable de violencia doméstica: por ello, le dieron 5 años de libertad condicional, trabajo comunitario y terapia psicológica.