¡Una madre contra la gran factoría preferida de los niños!.
Ella decidió gritar que basta de princesas que necesitan ser rescatadas y de personajes que todo lo que hacen en su vida es esperar a su príncipe azul… Hasta la llegada de Elsa (Frozen) y Vaiana, las princesas más actuales y las más empoderadas, la mayoría de las princesas Disney clásicas están cortadas por el mismo patrón.
Son inocentes e ingenuas, sumisas (aunque intentan enmascararlo con un punto de rebeldía justo para la historia, como en La Sirenita), excelentes amas de casa, finas y bellas (y debido a eso despiertan la envidia de villanas y son salvadas por hombres), y con un deseo que articula sus vidas: encontrar a su “príncipe azul” (que suele ser el primero que aparece) y tener un final feliz.
Echa un vistazo:
Los príncipes no solo las rescatan…
Sino que hacen que les descubren el verdadero sentido de que la vida merezca la pena (Aladín) e incluso las devuelve a la vida (véase La Bella Durmiente). Todo esto sería una simple anécdota si no fuera porque la factoría Disney lleva inculcando valores sociales a los niños desde hace 80 años.
Por ello una madre, que es socióloga de profesión.
Danielle Lindemann, ha decidido que su hija a la que como a la mayoría de las niñas le encanta el mundo Disney, siga leyendo su cuento favorito sobre princesas pero con unas “sutiles” ediciones por su parte: ha escrito a boli en el libro algunos mensajes revolucionarios para que las princesas sean más fuertes, independientes y libres.
Lo recoge un extenso post en The Society Pages.
¿Qué es una princesa? Una princesa es valiente … ‘¡Mi cuerpo, mi elección!’.
Una princesa le gusta vestirse… Con su uniforme médico cuando ella va a trabajar como neurocirujana.
‘¡Protégeme, Jasmine!’ Jasmine vuela por el cielo. ‘Abraza a Aladdin porque él tiene miedo’.
Una princesa es una soñadora … ‘Sería genial ver más mujeres en el Senado…’.