A toda prometida le hace especial ilusión presumir de su anillo de compromiso. La pedida de mano es uno de los momentos más emocionantes que cualquier pareja puede vivir. Sin embargo, también existe una presión social para que todo salga a la altura de las circunstancias.
Ariel Desiree McRae ha tenido que vivir en sus propias carnes una desagradable experiencia en relación a su anillo de compromiso. Su pareja, Quinn, le propuso matrimonio hace unas semanas,después de dos años de noviazgo, y compró un anillo con el único dinero que tenía. No será el mejor anillo del mundo, ni el más caro, pero simboliza el fuerte amor que hay en la pareja.
Sin embargo, la alegría se disuadió cuando una dependienta se burló y avergonzó a la mujer por el modesto anillo de compromiso que le había regalado su marido, que estaría valorado en torno a 100 libras (120 euros). El comentario de la dependienta, entristeció a Ariel, que sacó fuerzas para escribir una carta a corazón abierto en contra del materialismo y a favor del amor verdadero:
“ Mi marido y yo no tenemos mucho, ninguno de los dos. Nosotros ahorramos y ahorramos para pagar nuestra cuantas y para poner comida en nuestros estómagos, pero después de casi 2 años de noviazgo, decidimos que no podíamos esperar más”, señaló en Facebook.
“ Yo ni siquiera estaba pensando en ningún anillo, solo quería casarme con el que es mi mejor amigo. Él ahorró el suficiente dinero para comprarme dos anillos de Pandora, de plata de ley y CZ, para ser exactos. Eso es lo que muestra mi dedo anular, y yo estoy enamorada de ellos”.
Según Ariel, a la hora de elegir los anillos, la dependienta que le atendió le soltó: “¿Crees que algún hombre compra eso como anillo de compromiso? Es patético”.
Ariel señaló que el comentario de la dependienta le hizo sentir a su prometido ser “un fracasado”. “ Él estaba molesto con la idea de no hacerme feliz y de que yo no me quería casar con él porque mis anillos no costaban demasiado dinero o no eran lo suficientemente llamativos”.
Ariel y su marido se conocieron cuando tenían 20 años. Se pasaban horas y horas hablando por teléfono, hasta que Quinn decidió invitarla a una cita. “Me enamoré de él en la primera cita. Si me hubiera pedido que me casara con él la primera vez, probablemente hubiera dicho que sí. Nunca he sido tan feliz en mi vida y no puedo imaginar mi vida sin él”.
“ Yo me habría casado con este hombre incluso si me hubiera dado un anillo de una máquina de bolas de 25 centavos”, agregó Ariel. “¿Cuándo nuestro país cayó en la idea de pensar que la única manera que tiene un hombre de poder amar a una mujer es gastarse más de 3.000 dólares en joyería y hacer público su afecto con un anillo llamativo?”, añade en la red social.
“Asegurarse de que están bien, que el sentimiento es maravilloso, y no estoy tratando de reducir sus experiencias pero, ¿cuándo hemos llegado a esto? ¿Por qué las posesiones materiales se equiparan con el amor?”
El mensaje se volvió viral después de que la mujer compartiera esta “carta de amor” dirigida a su prometido, y rechazando cualquier objeto material que esté por encima del amor de la pareja.