El caso de Audrey Mabrey casi termina en un brutal y descabellado femicidio.
En el 2009, su exesposo, Christopher Hanney, con quién tenía 2 hijos, la golpeó en la cabeza con un martillo, la empapó de gasolina y le prendió fuego: resultó con más del 80% del cuerpo quemado y hoy vive para contarlo.
El accidente hizo que estuviera en coma durante 6 semanas, y cuando despertó no se reconoció a si misma.
“Cuando me miré al espejo lo que vi como mi reflejo fue a Freddy Krueger, para ser franca, nunca más me veré como Dios me envió al mundo, nunca más podré ver a esa mujer”, dijo.
No obstante, ella es la inspiración de miles de personas que han tenido que superar grandes obstáculos como este.
A pesar de todo, decidió luchar por su vida, hace un tiempo apareció en un programa estadounidense para mostrar los resultados de una cirugía correctiva que le hicieron para resolver algunas complicaciones físicas que tenía por el ataque.